lunes, 11 de agosto de 2008

Campaña de Polonia de 1944

Persiguiendo a los alemanes, las tropas soviéticas entran en Polonia con un claro plan político ordenado por Stalin.

El objetivo inmediato es desalojar a los alemanes de Varsovia y ocupar la capital.

Antes, los soviéticos rechazan reconocer la legitimidad del Gobierno Polaco en el Exilio en Londres y acusan a los polacos de "colaboracionistas".

Mientras las fuerzas del Ejército Rojo se adentran en territorio polaco, van desarmando y desarticulando a las fuerzas polacas, desconocen la autoridad de los dirigentes de la Resistencia Polaca y les niegan la posibilidad de organizarse como Unidades Militares Regulares.




Alzamiento de Varsovia (Operación Burza)







FUERZAS CONTINGENTES



Fuerzas Polacas


El Ejército Territorial polaco contabilizó 50.000 hombres y mujeres para el combate.

De estos, 23.000 fueron contabilizados como veteranos, si bien la experiencia de muchos de ellos consistía en la lucha partisana, y no tenían experiencia como soldados regulares.

Debido a que la decisión de incluir a Varsovia en la Operación Tempestad fue cosa de último minuto, muchos miembros del Ejército Territorial se encontraban en otros frentes.

Sin embargo, grupos partisanos independientes acudieron al llamado de Varsovia.

Entre estos se encontraban grupos de judíos que habían escapado del Gueto de Varsovia antes de su destrucción.



El General Antoni Chruściel, alias "Monter", comandó las fuerzas polacas, dividiéndolas en ocho áreas:

1º- Śródmieście, Centro y Ciudad Antigua. (Al este del Gueto judío).

2º- Żoliborz, Marymont, Bielany (Norte de la ciudad).

3º- Wola (Oeste de la ciudad).

4º- Ochota (Suroeste de la ciudad).

5º- Mokotów (Sur de la ciudad).

6º- Praga (En el Norte de la Orilla Oriental del río Vístula).

7º- Powiat Warszawski (Suburbios de la ciudad).

8º- Grupo de sabotaje Kedyw (Azonal).


El 20 de septiembre de 1944, estas fuerzas fueron reorganizadas en tres divisiones de infantería.
Para el día del alzamiento (1 de agosto de 1944), el Ejército Territorial Polaco poseía los siguientes recursos:

- 1.000 rifles.

- 1.700 pistolas.

- 300 pistolas automáticas.

- 60 subfusiles.

- 7 ametralladoras, incluyendo MG´s 42.

- 35 armas anti-tanque, incluyendo PIAT´s.

- 25.000 granadas de mano.


Durante el Alzamiento, los Aliados Occidenta- les arrojaron armas sobre Varsovia.

Sumando a esto el botín obtenido de los alemanes, se incrementó el armamento, y hasta se obtuvieron vehículos blindados.

En las fábricas se pudieron producir 300 pistolas automáticas, 150 lanzallamas, 40.000 granadas de mano, muchos morteros y hasta un vehículo acorazado.




Fuerzas Alemanas



Para el 1 de agosto, día del Alzamiento, la guarnición alemana de Varsovia consistía en 10.000 soldados bajo el mando del General Rainer Stahel.

Sumando a las tropas ubicadas en la orilla oriental del río Vístula y los miembros de la policía y las SS presentes en Varsovia, la fuerza alemana total oscilaba entre 15.000 y 16.000 hombres.

Estas tropas se habían estado preparando durante meses para resistir en la ciudad, y se habían construido cientos de búnkers de hormigón y muros de alambre de púas, para proteger los edificios resguardados por los alemanes.

Además, unos 90.000 soldados adicionales se encontraban en regiones aledañas a la capital.

Para el 23 de agosto, se encontraron las siguientes unidades alemanas, combatiendo:

- Grupo de Batalla Rohr (comandado por el Mayor General Rohr).

- Grupo de Batalla Reinefarth (comandado por el SS-Gruppenführer Reinefarth).

- Grupo de Ataque Brigada Dirlewanger.

- Grupo de Ataque Reck (comandado por el Mayor Reck).

- Grupo de Ataque Schmidt (comandado por el Coronel Schmidt).

- Guarnición de Varsovia (comandada por el Teniente General Stahel).

- Varias unidades de apoyo que incluían a rusos, cosacos y azerís.




ANTECEDENTES



El descubrimiento, en 1943, de la Masacre Polaca de Katyn, donde miles de oficiales polacos fueron asesinados por las fuerzas soviéticas, dañó de forma irreparable las relaciones entre la Unión Soviética y el gobierno polaco constitucional, exiliado en Londres desde 1939.

Al ir liberando el Ejército Rojo los países ocupados por Alemania, quedó claro para los polacos que Stalin no permitiría que se restableciera el gobierno democrático en su país.

Preocupado por esto, el Gobierno Polaco en el Exilio ordenó a los generales del Armia Krajowa, el Ejército de Resistencia Polaco, que intentaran liberar Polonia antes de que los soviéticos.

Si bien era obvio que este ejército no contaba con suficientes recursos para mantener el país, pensaban expulsar a los alemanes por un tiempo, nada más.

El gobierno polaco en el exilio, comprendió entonces que las intenciones de los soviéticos iban más allá de la sola liberación y de empujar a los alemanes hacia el oeste.

Estaba muy claro que tenían la intención de ocupar el país, y quien sabe si tratarían de desarticular nuevamente a Polonia al estado que tenía antes de la Primera Guerra Mundial, exceptuando a los alemanes por supuesto, que debían perder los derechos sobre Danzig y la eliminación de toda Prusia, por no mencionar la desaparición total de Alemania y toda su cultura.
Ante este estado de cosas, el 26 de julio de 1944, urgentemente convocaron al General Komorowski, a la sazón líder de la resistencia en Polonia y su delegado J. S. Jankowski, para que hiciera todo lo posible por adelantarse a los rusos, mediante un alzamiento popular y total en toda Polonia, en especial en Varsovia, para tomar el control de la capital, antes de la llegada de los soviéticos.

El plan recibió el nombre clave de Operación Burza (tormenta).

Suficiente para que los Aliados liberaran Polonia definitivamente.

Para el 13 de julio de 1944, los soviéticos llegaron a la antigua frontera polaca-soviética, y los generales del Armia Krajowa tuvieron que tomar una decisión: luchar contra Alemania, a pesar de que no contaban con apoyo extranjero concreto y recursos suficientes; o esperar a la llegada del Ejército Rojo, conociendo que la propaganda soviética había acusado al Armia Krajowa de colaborar con los nazis y de ser unos cobardes.

Además, los polacos tenían conocimiento de que los miembros del Armia Krajowa que habían participado en el Levantamiento de Wilno (actual Vilna), habían sido ejecutados o enviados a los gulags rusos de Siberia.

El 27 de julio, el gobernador nazi de Polonia, Hans Frank, ordenó a 100.000 polacos que se presentaran en distintos puntos de la ciudad, para ayudar en la construcción de fortificaciones.

El Armia Krajowa vio esta orden como un intento de desmembrar la resistencia polaca y ordenó a su vez que la orden alemana no debía ser acatada.

Mientras tanto, la propaganda soviética intensificó sus ataques contra la resistencia polaca, asegurando que esta estaba esperando con los brazos cruzados que la Unión Soviética liberara Varsovia.

Al mismo tiempo, radió mensajes a Polonia, urgiendo la necesidad de alzar el país y de cortar las líneas de comunicación alemanas.

El 29 de julio, las primeras tropas soviéticas llegaron a los suburbios de Varsovia, en la orilla oriental de río Vístula, pero varias divisiones de panzer alemanes aniquilaron al 90% de esta fuerza.

Este episodio es conocido como la "Batalla de Radzymin".

Preocupados de que el ignorar la orden del 27 de julio se generaran represalias contra la población civil, los generales polacos decidieron adelantar el levantamiento y el 1 de agosto, el general Tadeusz Bór-Komorowski llamó a sus tropas a movilizarse.




INICIO



31 de julio de 1944



El último día del mes de julio de 1944, a las 5 de la tarde, Komorowski dio la orden al coronel Antoni Chrusciel para iniciar el alzamiento popular y las acciones armadas.

Las fuerzas polacas contaban en Varsovia con aproximadamente unos 50 mil efectivos, 30 mil de ellos desarmados, a los que se sumaron unos 1700 guerrilleros pertenecientes a varios grupos de la resistencia, que ya operaban contra los alemanes y que se manifestaron dispuestos a unirse al alzamiento armado.

Las necesidades de armas y municiones eran extremas, porque el inventario apenas sumaba 1000 fusiles, 300 pistolas automáticas, 1.700 revólveres, 60 sub-ametralladoras, 35 armas antitanque, y 25 mil granadas.
En los talleres escondidos del ejército sólo había capacidad para fabricar pistolas, lanzallamas y granadas.

Las fuerzas alemanas de ocupación, al mando del general SS General Erich von dem Bach-Zelewski contaban con 11.000 hombres, más efectivos de la Wehrmacht en número un tanto superior a los 15.000 hombres bajo el mando del General Stahel.

Al comenzar las operaciones, los polacos lograron tomar posiciones en el banco izquierdo del Vístula, pero fue imposible que lograran vencer la resistencia de los alemanes en los puentes.

Una vez que llegaron los refuerzos alemanes, el empuje de los polacos comenzó a ceder.

Entre los días 3 y 4 llegaron nuevas unidades SS y de la policía a quienes Himmler ordenó arrasar la ciudad si fuera necesario para acabar con el alzamiento.

La resistencia polaca fue denodada, pero estéril y le costó la vida a unos 25.000 ó 30.000 civiles.

El día 8 salió al aire la radio insurgente Blyskawica que mantuvo informados a los habitantes de Varsovia sobre el curso de los acontecimientos.

Los alemanes siguieron reforzando a sus fuerzas, sobre todo porque los soviéticos detuvieron su ofensiva contra la ciudad.

Las fuerzas del General von dem Bach-Zelewski fueron aumentadas en 25.000 hombres más, incluyendo unidades de la División Panzer "Hermann Göring" y de la 19º y 25º divisiones Panzer.

Además del apoyo de la Luftwaffe, emplearon unidades de zapadores para volar los edificios donde se atrincheraban los guerrilleros, utilizaron minas autopropulsadas Goliath, lanzacohetes y morteros Karl, de 600 milímetros.



11 de agosto de 1944



El último bastión de la resistencia en el distrito Ochota, fue quebrado el 11 de agosto al mismo tiempo que las fuerzas de Komorowski en el distrito Wola eran expulsadas y obligadas a abandonarlo.

El 19 de agosto, los alemanes lanzaron el asalto definitivo en la parte vieja de la ciudad.

Las fuerzas polacas hicieron dos intentos, los días 20 y 22, tratando de perforar las líneas alemanas, separando la parte vieja de la ciudad del distrito Zoliborz, con el alto precio de 400 bajas.

De nada valieron los pedidos de ayuda del General Bor, para que los rusos atacaran.

Británicos y estadounidenses no lograron persuadir a Stalin para que reanudara la ofensiva.

A fines de mes, los polacos tuvieron que escapar usando los canales de alcantarillado para poder pasar por debajo de las zonas controladas por los alemanes.

Unos 4.500 hombres lograron salir del centro de la ciudad y unos 800 de Zoliborz.

Las fuerzas polacas fueron apoyadas por lanzamientos de aprovisionamientos y armas que empezaron las noches del 4 al 5 de agosto.

La RAF hizo 116 salidas, las unidades polacas hicieron 96, todos con pérdidas considerables.

La RAF perdió 19 aviones y los polacos, 15.

Fortalezas B-17 de EEUU, que debían continuar el vuelo después de dejar la zona de Varsovia para reabastecerse en bases soviéticas, fueron atacadas por la artillería antiaérea rusa y una vez en tierra no recibieron la debida asistencia rusa.

Hasta el 10 de septiembre, las fuerzas soviéticas observaban impasibles los combates aéreos desde unos pocos kilómetros a las afueras de Varsovia, donde esperaban acantonadas a la espera del desenlace.

Mientras tanto, calificaban el alzamiento como una aventura criminal, que entorpeció el avance soviético y acusando a los polacos de cooperar con los alemanes, aduciendo que eso los obligó a detener la ofensiva del Ejército Rojo.



3 de setiembre de 1944


Entre los días 3 y 6 de septiembre, los alemanes arremetieron contra Powisle e iniciaron las acciones finales contra Czerniakóv, iniciando en algunos sectores conversaciones para la capitulación.

Ya cuando la suerte de los polacos estaba echada, las fuerzas soviéticas reanudaron el avance contra la capita polaca.

Lanzaron algunos aprovisionamientos en paracaídas y la aviación de caza soviética inició acciones contra los bombarderos alemanes.

Los polacos, decidieron reanudar la lucha, suspendiendo las negociaciones de capitulación, lo que reavivó los combates.

La ayuda soviética sirvió al propósito de aumentar el desgaste de ambas fuerzas en su propio beneficio.

Entre el 13 y el 15 de septiembre, unidades del Primer Ejército Polaco lanzadas en paracaídas, se subordinaron a los soviéticos, empujando a los alemanes que abandonaron el banco derecho del Vístula.

Después de un largo período de espera para obtener la aprobación soviética, el 18 de septiembre, 107 Fortalezas Volantes B-17 de EEUU, que aterrizaron en Ucrania, se aprestaron para iniciar operaciones contra los alemanes.

Unidades de paracaidistas polacos se lanzaron al asalto del banco izquierdo del Vístula, pero debido a un inadecuado apoyo soviético, debieron abandonar las cabezas de puente cediéndoles el terreno a los alemanes.

Los alemanes reiniciaron las acciones recuperando la zona mientras las fuerzas polacas huían en desbandada por el alcantarillado de la ciudad.


Luego de asegurar los distritos de Sadyba y Sielce, el 24 de septiembre, las fuerzas del general von de Bach-Zelewski, iniciaron la ofensiva en el sur de la ciudad.

La 19º división Panzer atacó en Zoliborz el 29 de septiembre, terminando con la resistencia polaca que al día siguiente capituló en esa parte de la ciudad.

Los dos meses de lucha fueron una dura prueba de supervivencia del pueblo polaco, defendiéndose de los alemanes, ante la amenaza soviética, que estaba agazapada esperando el momento para lanzarse al ataque y ocupar la ciudad.

Cientos de miles de civiles permanecieron escondidos en los sótanos de sus casas semidestruidas.
Decenas de miles murieron por enfermedades y heridas, por falta de agua, alimentos y medicinas.

Ante ese estado de cosas, el general Tadeusz Komorowski ordenó cesar el fuego y capitular.

Como Comandante en Jefe de las fuerzas soviéticas, delegó el mando en el General Leopold Okulicki y lo nombró su sucesor en el mando de la resistencia polaca.



Capitulación: 3-10-1944


La capitulación fue firmada la noche del 2 al 3 de octubre de 1944 en Ozarów, cerca de Varsovia, por el el general Tadeusz Bór-Komorowski.

De acuerdo con el documento firmado, la Wehrmacht se comprometía en tratar a los polacos sublevados de acuerdo con los términos establecidos en las Convenciones de Ginebra, además de respetar la vida de los civiles de Varsovia.

Más de 15.000 combatientes polacos marcharon al cautiverio en campos de prisioneros con el general Komorowski, a partir de la inmediata desmantelación del Ejército Polaco.

Las bajas fueron de unos 18.000 hombres.

Las tropas polacas registraron 6.000 heridos graves que permanecieron en la capital.

Aproximadamente 150.000 civiles murieron como consecuencia de los combates.

Unos 6.000 combatientes polacos lograron huir y se mezclaron con la población civil, con la esperanza de poder volver a sublevar al pueblo de Varsovia más adelante si fuera necesario.

Los alemanes perdieron a unos 10.000 hombres, entre muertos y heridos.

La lucha fue tan intensa que el jefe de las SS, Heinrich Himmler, anotó el 21 de septiembre de 1944 en su diario: «Una de las más mortíferas batallas desde el comienzo de la guerra, tan difícil como la lucha por Stalingrado».

Obviamente, esto fue una exageración, ya que las cifras de bajas en Stalingrado hacen palidecer a las de Varsovia.

La población entera de Varsovia fue enviada al campo de concentración Durchgangslager 121 en Pruszków, de manera temporal.

Se calcula que entre 350.000 y 550.000 civiles fueron enviados a ese campo, de los cuales 90.000 fueron enviados luego a campos de trabajo en Alemania, 60.000 enviados campos de la muerte en Ravensbruck, Auschwitz, Mauthausen, etc.

El resto de la población fue dispersada por el Gobierno General de Polonia.

Una vez Varsovia estuvo vacía, los alemanes continuaron con la demolición de la misma.

Grupos de ingenieros alemanes llegaron a la zona para iniciar la demolición controlada de los edificios que habían sobrevivido.

Siguiendo las órdenes de Hitler, se empezaron a trazar planes para convertir Varsovia en un lago.

Con la ayuda de explosivos y lanzallamas, casa por casa, todas fueron arrasadas.

La destrucción fue organizada, prestando especial atención en los monumentos históri- cos, en los archivos nacionales y en los distintos puntos de interés.

Para enero de 1945, el 85% de los edificios fueron destruidos: el 25% durante el Alzamiento, mientras que el 35% fueron destruidos posteriormente, por los escuadrones de ingenieros.


El resto había sido destruido antes, durante el alzamiento del Gueto de Varsovia (15% de los edificios) y la invasión de Polonia en 1939 (10% de las construcciones).

Se calcula que en total fueron destruidos 10.455 edificios, así como 923 edificios históricos (el 94% del total), 25 iglesias, 14 bibliotecas, incluyendo la Biblioteca Nacional, 81 escuelas de primaria, 64 escuelas secundarias, la Universidad de Varsovia y la Universidad Politécnica de Varsovia.

Cerca de 1.000.000 de personas perdieron todas sus propiedades.

El número de pérdidas se calcula en cerca de 40.000.000.000.000 de dólares estadounidenses de 1939.

En 2004, el gobierno de Varsovia calculó que las pérdidas en propiedad municipal se acercaban a los 45.000.000.000.000 de dólares estadounidenses de 2004.

Por supuesto, esto no incluye a las propiedades de los habitantes de la ciudad.

El concejo municipal de Varsovia continúa solicitando hasta el día de hoy, una indemnización a Alemania.

La reconstrucción de Varsovia, se realizó con la ayuda de paisajes realizados por las escuelas de arte de los pintores italianos Bacciarelli y Canaletto siglos atrás.

Finalmente 17 de enero de 1945, meses después del Alzamiento, el Ejército Rojo reanudó la ofensiva contra Varsovia y entró en las ruinas de la capital, cruzando el río con relativa facilidad.

En cuestión de horas, el mando soviético capturó toda la ciudad, encontrando la mayor resistencia en el área de lo que había sido la Universidad de Varsovia, donde sin embargo lograron barrer a los defensores alemanes en una hora.

Esta rápida victoria se logró, en parte, porque unas semanas antes, el IV Cuerpo SS Panzer había sido retirado para participar en la batalla de Budapest.

Durante las semanas que duraron los combates, antes de la rendición de Varsovia, Stalin demostró sus verdaderas intenciones, preludio de lo que sucedió en todo el este de Europa.

Por eso, ante lo sucedido, las relaciones entre los Aliados, cubiertas desde mucho antes con el manto de la desconfianza, comenzarían a deteriorarse, desembocando en la Guerra Fría y la caída del Telón de Hierro a partir de 1946.

Era ya innegable que Stalin luchaba la guerra a su modo, sin respetar los acuerdos, pero sí exigiendo la ayuda que sus aliados nunca le negaron.



RECUERDO





















EJÉRCITO INTERIOR DE VARSOVIA [UNIFORMOLOGÍA]








Os dejo un pequeño apunte acerca de los uniformes del Ejército Interior Polaco durante el Alzamiento de Varsovia de agosto de 1944, extraído del fascículo de la colección de Ediciones delPrado "Soldados de las guerras del SIGLO XX", "El Ejército Polaco en la II Guerra Mundial/Soldado, 18º de Lanceros, 1939", Página 17, correspondiente a la lámina "G".


Ejército del Interior, Varsovia, Agosto de 1944


En el AK no había una uniformidad de prendas definida.

Básicamente, las prendas civiles se complementaban con antiguas prendas militares de 1939, cuando se disponía de ellas, y mediante uniformes alemanes capturados.

Al principio de los combates, fue capturado un gran almacén, y se distribuyeron miles de prendas de camuflaje del Ejército Alemán y de las Waffen-SS, que se convirtieron en artículos muy populares, conocidos entre los insurgentes como "Panterki".

Se impuso la utilización de brazaletes con los colores blanco y rojo, a los que a veces se les añadían improvisadas insignias de unidad, el Águila Polaca, las letras "WP" - "Wojsko Polskie" ("Ejército Polaco")- o las iniciales de diversas Milicias Clandestinas.

Los cascos llevaban a veces una gran Águila Blanca en lugar de la banda blanca y roja que aparece en la ilustración "G-1".

Esta figura, por lo demás, lleva ropas civiles y uno de los lanzallamas de fabricación casera hechos por los insugentes.

La figura "G-2" representa a un miembro de una de las Compañías "Boy Scout" (Categoría Gris) y lleva una gorra de diario alemana gris con la insignia del Águila y una "Panterka" -en este caso, el sobreuniforme mimetizafo de invierno reversible de la Wehrmacht en la "Versión de Agua".

Su arma es el subfusil Blyskawica de fabricación polaca, un derivado del subfusil Sten, todavía menos fiable que éste.

La figura "G-3" es una muchacha correo con chaquetón mimetizado del Ejército Alemán del Pirmer Modelo con Camuflaje en forma de "astillas", una gorra de diario del Ejército Alemán a la que ha añadido la insignia del Águila y gafas para protegerse los ojos de las emanaciones tóxicas cuando recorría las alcantarillas.

La mayoría de los correos iban desarmados, pero a algunos [como es el caso] se les entregaban pistolas de pequeño calibre que eran poco útiles en un combate en serio.


Ofensiva del Oder-Vístula





ANTECEDENTES


Al liberar Bielorrusia en la exitosa Operación Bagration, el Ejército Rojo Soviético se encargó de asegurar su cruce por el río Vístula.

Durante el resto de 1944, el frente de Polonia se mantuvo inactivo, lo que permitió que las SS aplastaran el alzamiento de Varsovia, como ya se ha dicho.

Para la ofensiva de 1945, los soviéticos habían preparado una gran cantidad de hombres y armamento a lo largo del Frente, superando numéricamente a sus enemigos.

El jefe de inteligencia alemana en ese frente, el general Reinhard Gehlen, le entregó al general Heinz Guderian sus apreciaciones acerca de la naturaleza de la fuerza atacante soviética.

Guderian le presentó los resultados a Adolf Hitler, quien los consideró exagerados y derrotistas.

Como las divisiones que habían participado en la fallida ofensiva alemana de las Ardenas en el frente Occidental no podían dirigirse rápidamente a Polonia, Guderian propuso evacuar lo que quedaba del Grupo de Ejércitos Norte atrapado en Curlandia hacia Alemania, algo que Hitler rechazó tajantemente.

Peor aún, Hitler ordenó desviar recursos de Polonia hacia Hungría para llevar a cabo la Operación Frühlingserwachen.


FUERZAS

Soviéticas



- El Primer Frente Bielorruso (IFB), comandado por Georgi Zhúkov.

- El Primer Frente Ucraniano (IFU) comandado por Iván Konev.

- El Segundo Frente Bielorruso (IIFB) comandado por Konstantin Kostantinóvich Rokossovsky.


Los Frentes de Zhúkov y Konev poseían 163 divisiones a sus servicio:

· 2.203.000 soldados.

· 4.529 tanques.

· 2.513 cañones de asalto.

· 13.763 piezas de artillería de campo (Del calibre 76 mm o superior).

· 14.812 morteros.

· 4.936 armas anti-tanque.

· 2.198 Lanza-Cohetes Katyusha.

· 5.000 aviones.

Alemanas


El Grupo de Ejércitos A defendía un frente desde el Este de Varsovia y el río San hasta Jaslo.

Tres ejércitos alemanes conformaban el Grupo de Ejércitos:

- El IX Ejército, ubicado cerca de Varsovia.

- El IV Ejército Panzer, ubicado en un saliente entre tropas soviéticas en la confluencia del San y el Vístula.

- El XVI Ejército, al Sur.

En total sumaban:

· 400.000 soldados.

· 4.100 piezas de artillería.

· 1.150 tanques.


El Grupo de Ejércitos A era comandado por el Coronel General Josef Harpe, que fue reemplazado por el Coronel General Ferdinand Schörner el 20 de enero.

La sección norteña del frente era defendida por el II Ejército, comandado por el Grupo de Ejércitos Centro.

El 25 de enero de 1945, Hitler le cambió el nombre a sus tres Grupos de Ejércitos: el Grupo de Ejército Norte se convirtió en Grupo de Ejércitos Curlandia, el Grupo de Ejércitos Centro se convirtió en Grupo de Ejércitos Norte y el Grupo de Ejércitos A se convirtió en Grupo de Ejércitos Centro.

La Inteligencia Militar Alemana, había previsto una superiorida numérica del enemigo en relación de 3 a 1, aunque la realidad era que la relación era de 5 a 1.



DESARROLLO


La ofensiva fue iniciada por Iván Konev cruzando el Vístula a la altura de Sandomierz.

Georgi Zhúkov inició su propio ataque dos días después realizando dos cruces al norte de la posición de Konev.

Hitler había ideado la creación de "ciudades fortalezas", las cuales deberían resistir el embate soviético, si bien algunas como Breslau lo lograron, fracasaron en parar el avance soviético, por lo que fueron rodeadas.

El 27 de enero, tropas del I Frente Ucraniano liberaron el campo de Auschwitz, si bien la mayoría de los reclusos ya habían sido ejecutados.

Se encontraron cantidades exorbitantes de cabello humano, miles de pares de zapatos, así como pilas de cuerpos descompuestos entre los que se encontraban gente aún viva.

Las tropas de Konev lograron capturar la región de Silesia casi intacta, al rodearla rápidamente, esta zona altamente industrializada era muy importante para la economía de la posguerra.

De igual manera, la pérdida de esta región dio la estocada final a la industria de producción de armas de Alemania.

El Ministro de Armamento, Albert Speer, le aseguró a Hitler que al perderse esta zona era cuestión de meses para que Alemania se quedara sin material bélico, por lo que debería finalizarse la guerra, sin embargo Hitler se negó a escucharlo.

El 31 de enero, el Ejército Rojo inició el cruce del Oder en varios puntos.

Para este momento, la ofensiva soviética había recorrido 500 kilómetros, sin embargo, el fin del invierno, la falta de apoyo aéreo, la larga línea de suministros y el miedo a ser rodeados por los ejércitos alemanes que resistían en Prusia Oriental, Pomerania y Silesia, obligaró a que Zhúkov y Konev detuvieran su avance, para dar tiempo a que los otros frentes soviéticos los alcanzaran.

Esta decisión ha sido criticada, ya que en ese momento no había suficientes fuerzas en Berlín, a sólo 70 km, para defenderla.

La posterior Batalla de las Colinas de Seelow y la batalla de Berlín (ver más adelante) ocasionarían altas bajas a las fuerzas soviéticas, lo que motivaría al general Vassili Chuikov a discutir acaloradamente con Zhúkov la decisión de este último de detenerse.



CONSECUENCIAS


Los alemanes habían planeado "limpiar" Ucrania y los estados del Báltico de la población eslava, con el fin de colonizarla con colonos germanos.

Esta política, motivó a que los soldados alemanes se comportaran más como conquistadores, no como los "libertadores" que decían ser.

En efecto, de acuerdo a Antony Beevor, en su libro "Stalingrado" (muy recomendable), los soldados alemanes expulsaban a las familias campesinas de sus casas en medio del invierno ruso, asesinándolas indirectamente, ya que sin hogar ni comida, ninguna persona podría sobrevivir las temperaturas de -20 °C típicas de esas regiones esteparias.

Las ejecuciones de los pobladores de aldeas completas y las violaciones de mujeres en masa eran acciones comunes de los soldados germanos, ya que sus propios oficiales les recordaban continuamente los planes alemanes para esas regiones ocupadas.


Cuando el rumbo de la guerra se volteó en contra de Alemania, la propaganda soviética presionó a los soldados soviéticos para que se vengaran de los alemanes por la muerte cruenta de sus familiares caídos al entrar a Alemania y a Polonia, si bien la mayoría de los soldados de Konev y Zhúkov eran originarios de Mongolia, una región que nunca fue ocupada por Alemania.

En la Conferencia de Yalta, los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética decidieron que las regiones alemanas al este del Oder serían pobladas por polacos, para compensarlos por los territorios que perderían en el este a favor de la URSS (Línea Oder-Neisse y Línea Curzon).

En efecto, los alemanes étnicos de Prusia Oriental, Pomerania y Silesia fueron expulsados de sus hogares entre 1945 y 1947, o abandonaron precipitadamente sus hogares ante el avance del Ejército Rojo, si bien no se conoce con exactitud la cifra de civiles alemanes muertos por el Ejército Rojo, estudios demográficos revelan que 2.000.000 de estos refugiados "desaparecieron" en el éxodo masivo hacia el oeste.

La ofensiva del Oder-Vístula fue un completo éxito, que sin embargo no pudo ser explotado por que los temores de Zhúkov, ya fueran reales o no, a ser rodeado por sus flancos desprotegidos, que paralizaron el avance del I Frente Bielorruso y el I Frente Ucraniano hasta finales de marzo, cuando se empezaron a realizar los preparativos para la ofensiva final que concluiría con la caída de Berlín, el suicidio de Hitler y la rendición incondicional de Alemania dos meses después.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Campaña de Austria y Hungría

Batalla de Debrecen



Para 1944, las relaciones entre el Reino de Hungría y Alemania estaban más tensas que nunca.

La negativa del regente de Hungría, el Almirante Miklós Horthy, de deportar los judíos a Alemania, había generado resentimiento entre los nazis, que tuvieron que presionarlo para que, finalmente, accediera a iniciar las deportaciones masivas.

Gracias a las acciones iniciales de Horthy, 250.000 judíos húngaros pudieron sobrevivir al Holocausto.

Sin embargo, desde entonces, Hitler mantuvo dudas acerca de la lealtad del regente de Hungría.

Las sospechas de Hitler se hicieron realidad cuando, en octubre de 1944, se descubrió que el hijo de Horthy, Nicholas, estaba negociando la paz por separado con emisarios del Ejército Rojo.

Inmediatamente fue enviado a Budapest al comando SS Otto Skorzeny, que secuestró al hijo del almirante Horthy, que en aquel momento estaba declarando por radio la rendición de Hungría.

El 16 de octubre, al enterarse de la captura de su hijo, el Almirante Horthy se retractó e inmediatamente, fue relevado de su puesto de regente y reemplazado por el conde Ferenc Szálasi, líder del partido fascista Partido de las Cruces Flechadas.

Hungría, bajo el mando de Szálasi, permaneció con Alemania hasta su conquista por la Unión Soviética en 1945.

La Batalla de Debrecen terminó cuando fue tomada por el Mariscal de Campo Soviético Rodión Yakulevitch Malinovsky el 20 de octubre de 1944.


















Sitio y Batalla de Budapest




FORMACIÓN DEL CERCO SOVIÉTICO




Sin perder tiempo, el 29 de octubre, el Ejército Rojo Soviético se lanzó contra Budapest, capital de Hungría.

Malinovski dividió sus fuerzas de un millón de hombres, soviéticos y rumanos, en dos grandes grupos que debían acercarse a la ciudad desde distintos puntos, intentando dejar atrás a las fuerzas alemanas y húngaras.

El 3 de noviembre, los primeros tanques rusos capturaron el aeropuerto de Ferihegy, pero la resistencia húngara demoró su avance.

Para el 7 de noviembre, los soviéticos llegaron a los suburbios de Budapest, a unos 20 kilómetros del centro.

En diciembre, fueron enviados refuerzos: soldados de caballería que abandonaron sus caballos ya que al ser cercada Budapest era inútiles.


Por otro lado, la población civil resultó favorecida con la llegada de los refuerzos, ya que encontró útiles a los caballos cuando se les acabó la comida, al igual que sucedió en Varsovia en 1939.

El 12 de diciembre, a los tres ejércitos de Malinovski en Budapest, el Sexto Ejército de Tanques, el Séptimo Ejército de Guardias y Cuatrigésimo Sexto Ejército, se les sumó el 46º Ejército Soviético del 3º Frente Ucraniano, al mando de Fedor Tolbujin, que ya se había encargado de Bulgaria y Yugoslavia.

La llegada de Tolbujin a la batalla, desbarató los planes de defensa, por lo que los soldados del Eje se batieron en retirada, regalándole Pest a los soviéticos, que avanzan rápido, gracias a las anchas avenidas de la ciudad.

Los alemanes se aglomeraron en Buda, que tiene un relieve geográfico más adecuado para una defensa.

En la noche de Navidad, los tanques alemanes Tiger, tuvieron que repeler al 2º Frente Ucraniano, que había cruzado el Danubio por el sur y ahora atacaba a Budapest desde el oeste.

Al mismo tiempo, Tolbujin atacó desde el Sur y el Este.

El 26 de diciembre es tomada la carretera que comunicaba Budapest con Viena, y el sitio de Budapest inicia.


En la ciudad había 800.000 civiles.

Ante la proximidad de la Conferencia de Yalta, Stalin presiona a Malinovski para que inicie la captura de la ciudad, porque desea mostrar resultados rápidos ante Winston Churchill y Franklin Roosevelt, presidentes de Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente, en Yalta.

El 29 de diciembre, Malinovski envió dos emisarios a Budapest, a negociar la rendición.


Sin embargo, los emisarios nunca regresaron.

Si bien los alemanes aseguraron que fueron asesinados por los mismos soviéticos, y éstos sospecharon que murieron en un caso de "fuego amigo", Malinovski lo interpretó como una actitud desafiante y ordenó continuar el sitio.

La agencia de noticias soviética TASS declaró que la muerte de los emisarios era un serio crimen de guerra, y se ordenó a los soldados soviéticos que no tuvieran compasión.

Desesperado, Hitler ordenó que se iniciara la Operación Konrad, cuyo objetivo era liberar Budapest.

Para esto se sacaron recursos del frente de Varsovia, sin nisiquiera consultarle al comandente del mismo.

En la noche de Año Nuevo, las tropas alemanas iniciaron contraataques desorganizados contra el cerco soviético, con el objetivo de encontrar sus puntos débiles.

Al mismo tiempo, tropas de las Waffen-SS irrumpen dentro de la ciudad contra el Oeste, con el deseo de contactar a las tropas de las afueras de Budapest.

El 3 de enero, cuatro divisiones soviéticas repelen a los atacantes alemanes, que estaban a 20 kilómetros del centro de la ciudad.

El 11 de enero, los alemanes recuperaron el aeropuerto de la ciudad, encontrando a 45 SS languidecientes.

En este punto podían hacer contacto radial con los desesperados defensores.

Sin embargo, el 12 de enero, Hitler canceló la Operación Konrad y los alemanes se retiraron.

El 15 de enero, la guarnición de Budapest anunció por radio que ya no tenía recursos para seguir luchando.

Ese mismo día, la Luftwaffe arrojó 6 toneladas de suministros sobre la ciudad, suficientes para prolongar la agonía alemana unos días más.

El 17 de enero, Hitler finalmente accedió a desocupar Pest completamente.

El tráfico sobre los puentes sobre el Danubio se colapsó ante la cantidad de gente huyendo a Buda.

Cinco históricos puentes fuerondinamitados después de la evacuación, a pesar de las quejas de la población de Budapest.

El 20 de enero, otra ofensiva de las SS al Sur de la ciudad, logró llegar cerca del Danubio, alterando el tráfico soviético.

Stalin ordenó a sus hombres resistir y no ceder ni un solo metro del terreno.

Dos cuerpos del ejército alemán llegaron al lugar de batalla e intentaron avanzar hacia Budapest, que estaba a 20 kilómetros.

Sin embargo, sin reservas y sin recursos suficientes, la ofensiva alemana fracasó, de nuevo.

Los defensores de Budapest pidieron permiso para retirarse, pero Hitler se lo denegó.

El 28 de enero, las tropas alemanas son obligadas a retirarse, los 70.000 defensores quedaron por su cuenta, 11.000 de ellos estaban heridos.

Ésta sería la última ofensiva alemana de relativa importancia en la Segunda Guerra Mundial.

Desde entonces, Alemania combatiría a la defensiva.

El 30 de enero, Hitler recibió el siguiente mensaje de Budapest: "La gente perdió toda la esperanza".


















BATALLA DE BUDA



El 6 de febrero de 1945, los soviéticos empezaron a avanzar en Buda.

Al ser capturada la ciudadela, los cañones de 88 mm alemanes fueron llevados al Castillo del Área Gubernamental, donde siguieron atacando al Ejército Rojo.

La lucha era especialmente intensa en el cementerio, donde la artillería había arrancado muchos ataúdes del suelo.

En este punto, la mayoría de los húngaros habían desertado, siendo la mayoría de los defensores tropas de las SS.

Una vez conquistada la colina de la ciudadela, los soviéticos dominaron toda la ciudad.

Los alemanes, agazapados en dos kilómetros cuadrados, sufrieron el ataque de la artillería, además de las enfermedades epidémicas y la malnutrición, ya que solamente recibían 150 gramos de pan al día, y carne de caballo.

Después de expulsar a los alemanes de la Estación del Sur, con altas bajas en ambos bandos, los soviéticos se dirigieron al Castillo, que capturaron el 10 de febrero.

Rápidamente, se estableció una cabeza de puente al frente del mismo, por el que empiezaron a llegar más y más soldados soviéticos.


El comandante alemán, el SS-Oberstgruppenführer Pfeffer von Wildenbruch, ordenó intentar romper el cerco en tres direcciones.

Ningún soldado alemán tenía esperanzas de alcanzar el objetivo, pero la resignación los hizo luchar, ya que la mayoría de los germanos prefería morir peleando que fusilado o en un Gulag Soviético.

La Inteligencia Soviética ya había informado a su comandante de este intento de ruptura y, antes del ataque, había retirado a sus tropas de la vanguardia.

Cuando los alemanes empezaron a avanzar desde las tres direcciones distintas, la artillería soviética cayó sobre ellos, sembrando la completa confusión entre los atacantes.

Sin embargo, en medio de la confusión, un grupo no fue alcanzado completamente, y como resultado, entre cinco y diez mil defensores escaparon hacia Viena.

Los SS eran los más desesperados por escapar, ya que eran torturados al ser capturados, antes de ser ejecutados, a causa de los crímenes de guerra cometidos por la misma organización durante la invasión de la Unión Soviética.

Los soldados alemanes se hacían pasar por soldados húngaros para evitar ser asesinados.

El 13 de febrero, von Wildenbruch se rindió ante el Ejército Rojo Soviético.

La mayoría de los oficiales de las SS se suicidaron antes de la rendición para evitar las mencionadas torturas.




CONCLUSIÓN



El 80% de los edificios de Budapest fueron destruidos o dañados gravemente, incluyendo el Castillo y el Parlamento, además de los cinco puentes sobre el Danubio, que fueron dinamitados, como ya se ha mencionado.

De los 800.000 civiles que permanecían en la capital, 40.000 murieron, muchos de ellos de hambre o enfermades epidémicas.

Además, fueron violadas por los rusos unas 50.000 mujeres, aunque hay quien calcula que lo fueron todas las mujeres y niñas desde los 10 hasta los 70 años.

Aproximadamente 48.000 ó 50.000 defensores murieron en el sitio, y sólo unos 51.000 fueron hechos prisioneros.

De las tropas ruso-rumanas, 70.000 soldados murieron y 160.000 resultaron heridos.

En términos de bajas, la Batalla de Budapest se puede comparar con las sangrientas batallas de Berlín o Stalingrado.

Después de Budapest, los soviéticos avanzaron a Viena, que cayó más fácilmente que la capital húngara.



Ofensiva del Lago Balatón



ANTECEDENTES



La Ofensiva del Lago Balatón, cuyo nombre en clave era Operación Frühlingserwachen o «Despertar de Primavera», fue la última ofensiva de importancia que lanzaría la Alemania Nazi contra el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.

Planeada con secreto, aunque no pudo burlar el Servicio de Inteligencia Soviético, fue lanzada el 6 de marzo de 1945, en los alrededores del Lago Balatón, en Hungría, con divisiones de tanques alemanas transferidas del Frente Occidental en el Río Rihn.

A pesar de que sus consejeros le urgían a que trasladara todo lo que pudiera contra el Primer Frente Bielorruso de Zhukov, Hitler prefirió llevar a cabo una ofensiva en Hungría, con el fin de proteger a Austria y a las regiones meridionales de Alemania, además de apoderarse de las reservas de combustible y los campos petrolíferos que habían caído en manos de los soviéticos.

Por estas razones, el Sexto Ejército Panzer, al mando del General de las SS Josef Sepp Dietrich, fue movido desde el campo de Batalla de las Ardenas a la Hungría Occidental, y fue integrado al Grupo de Ejército Sur, al mando del General Wohler.

A este ejército se le unieron varias divisiones de otros ejércitos, logrando tenerse unas 11 divisiones de tanques, 5 grupos de combate y una brigada motorizada para el inicio de la ofensiva.

Esto representaba unos 140.000 soldados y oficiales, 900 tanques, 850 aviones y más de 5.600 cañones.
El plan de Hitler exigía que el 6º Ejército Panzer atacara entre los lagos Vedenie y Balatón, en el avance el 3º Frente Ucraniano de Tolbukhin (o Tolbujin) sería dividido en dos y destruido.


Inmediatamente, las fuerzas alemanas girarían hacia al norte para enfrentarse al 2º Frente Ucraniano de Malinovsky, que acababa de capturar Budapest.



Una vez eliminados los dos Frentes Soviéticos, el 6º Ejército Panzer establecería una cabeza de puente al este del río Danubio y se dirigiría a Berlín a ayudar a la expulsión de Zhúkov, que estaba a menos de 60 kilómetros de la ciudad.

Por supuesto, este sencillo ataque, no tenía ninguna posibilidad de éxito debido a la superioridad soviética.

Al enterarse Tolbukhin de los planes alemanes, planificó un ataque con unas fuerzas acorazadas numéricamente inferiores, pero a su vez estableció poderosas líneas defensivas.

De esta manera, el 3º Frente Ucraniano poseía unos 400.000 hombres, 400 tanques, 1.000 aviones y unos 7.000 cañones y morteros listos a repeler la ofensiva.




CONFLICTO




El 6 de marzo de 1945, los alemanes iniciaron su avance con escasas reservas de combustible y por un terreno inundado por las lluvias, lo que hizo difícil su avance.

La excelente disposición de los cañones rusos empezó a diezmar a los tanques alemanes, así como a enterrar en el cieno a cientos de soldados del III Reich.

De esta manera, el avance fue detenido y lo más cerca que los tanques alemanes estuvieron del Danubio fue a 32 kilómetros de distancia.

Desesperado, el 8 de marzo, el Alto Mando Alemán (OKW) ordenó enviar las reservas al frente, lo cual no produjo ningún cambio en el resultado de la batalla.

El 15 de marzo se ordenó detener la ofensiva y pasar a la defensa, para aquel entonces los alemanes habían sufrido unas 40.000 bajas, habían perdido unos 300 cañones y morteros y más de 500 tanques.




CONCLUSIÓN




Cuando Hitler se enteró del fracaso de la ofensiva, ordenó que los hombres de la División SS Leibstandarte se quitaran los brazaletes con el emblema «Adolf Hitler», ya que él consideraba que su división personal no había luchado con todas sus fuerzas durante la ofensiva.

Cuando el General Dietrich se enteró de esto, ordenó desobedecer la orden, asegurando que Hitler debió de haber sido malinformado o engañado.

Debido a la gran estima que Hitler sentía por Dietrich, éste pudo darse el lujo de hacer esto.

Respecto a esta orden de Hitler, Heinrich Himmler (Comandante Supremo de las SS) comentó: «Si el Führer quiere despojar de sus brazaletes a las SS tendrá que irselas a quitar a los cadáveres que se encuentran en el campo de batalla».

La Ofensiva en el Lago Balatón tuvo poco efecto sobre el avance del Ejército Rojo: a inicios de abril d 1945 Hungría fue ocupada completamente y un gobierno comunista fue implantado, además Alemania perdió el único pozo petrolífero que le quedaba, acelerando su caída.

Sin embargo, el audaz ataque demostró a los soviéticos que el Ejército Alemán aún tenía fuerzas para defenderse, causando altísimas bajas a los soviéticos (32.899 caídos), no por la intensidad del ataque, sino por la despreocupación de estos al avanzar.

Durante la batalla, cayeron 14.818 soldados alemanes.



Batalla de Viena

La Batalla de Viena fue la última ofensiva rusa en la Campaña de Austria-Hungría (que dio lugar a la ofensiva de Prusia Oriental, la penúltima del Frente Oriental).



martes, 5 de agosto de 2008

Campaña de Prusia Oriental




Batalla de Memel



ANTECEDENTES




Desde 1474, Memel había estado bajo control de Prusia directa o indirectamente.

Con la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, las naciones aliadas convirtieron a Memel y a sus alrededores en un protectorado internacional.

En 1922, tropas de Lituania expulsaron a las fuerzas internacionales, en su mayoría francesas, y anexionaron Memel a Lituania.

Con la llegada de Hitler al poder, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop presionó al débil gobierno lituano para que devolviera Memel.

El 23 de marzo de 1939, tropas alemanas ocuparon Memel, aunque las tropas lituanas ya habían sido evacuadas.

Con la operación Bagration, Alemania fue empujada de vuelta a sus fronteras, y Lituania contó con la posibilidad de volver a apoderarse de Memel.

Después de la operación Bagration, el Grupo de Ejércitos Norte de Alemania había quedado atrapado en Curlandia.

A inicios de octubre de 1944, un pequeño puente de tierra quedaba entre el Grupo de Ejércitos Centro y el del Norte, este puente estaba ubicado en Memel.

Sin embargo, las 20 divisiones del norte y las 5 divisiones del III Ejército Panzer al sur no pudieron oponerse al avance del III Frente Bielorruso, en parte porque estas 5 divisiones también debían defender el frente de 200 kilómetros que representaba la entrada a Prusia Oriental.
















Mapa que muestra la situación de Memel (dentro de la frontera Lituana)



CONFLICTO



El 12 de octubre, los alemanes, al mando de Erhard Raus, lograron detener el avance ruso en el Niemen, recibiendo unidades desde Riga y apoyo marítimo del acorazado "Prinz Eugen" y el acorazado de bolsillo "Lützow" (antes "Deutschland").

Finalmente, el 28 de octubre, los exhaustos soviéticos desistieron en seguir atacando Memel, ya que Prusia Oriental estaba abierta para ellos.

Aunque las tres divisiones, una Panzer, otra de Panzergranaderos y la otra de infantería, habían soportado el embate soviético, habían perdido el 60% de sus efectivos, lo que los colocaba en una situación crítica.

Como era claro que la resistencia alemana en Memel no soportaría otro ataque, se inició la evacuación civil y militar de la ciudad por mar.

El 28 de enero de 1945 a las 4:00 horas, el último soldado alemán abandonó la ciudad.

Cuatro horas después, los soldados soviéticos entraron a Memel.



CONSECUENCIAS


A Memel se le cambió el nombre a Klaipėda, y fue cedida a Lituania como compensación por la pérdida de territorios a favor de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

Lituania la conservó al separarse de la Unión Soviética en 1991.





Batalla de Königsberg




ANTECEDENTES



El 20 de enero de 1945, el mariscal Rokossovsky recibió la orden de desviar importantes recursos del Segundo Frente Bielorruso hacia el norte a Prusia Oriental.

Esta decisión del Alto Mando Soviético ha sido criticada por algunos historiadores, porque obligó al Mariscal Zhúkov a detener su avance a Berlín, ya que era Rokossovsky quien cubría su flanco derecho.

Estos historiadores aseguran que si Zhúkov no se hubiera detenido momentáneamente, Berlín hubiera sida conquistada a inicios de marzo, y la guerra en Europa hubiera acabado antes.

Además, se cree que las tropas alemanas atrapadas en Danzig y Königsberg se hubieran rendido sin necesidad de combatirlas.

Lo cierto es que, el 9 de febrero, el Segundo Frente Bielorruso entró en al frontera oeste de Prusia Oriental, alarmándose por las numerosas fortificaciones de hormigón que encontraron en su avance, prediciendo que la derrota alemana no sería rápida.

Muchos evacuados de Berlín y gente que se sentía amenazada por los bombardeos del Oeste huyeron hacia Prusia Oriental y se asentaron en Königsberg.

Mas, a finales del verano de 1944, la ciudad pasó a ser un escenario bélico:

Del 27 al 30 de agosto, la Royal Air Force, bombardeó la ciudad con cientos de aviones.

Más de 4.000 personas cayeron bajo el ataque, y el centro de la ciudad con sus históricos edificios, tales como su castillo o su catedral, fueron reducidos a cenizas hasta los cimientos.

Las Casernas Alemanas y otros Objetivos Militares apenas resultaron dañados por las bombas británicas.

Los habitantes de Königsberg ya no volvieron a sentirse nunca más seguros.

Sin embargo, los horrorizados civiles volvieron de nuevo a la rutina, en parte gracias a la Propaganda NacionalSocialista del Dr. Goebless, que aseguraba que ningún Soldado Soviético iba a cruzar la Frontera del Tercer Reich.


CONFLICTO



Mientras tanto, la frontera este de Prusia Oriental sufría embate tras embate desde el 13 de enero por parte de más de un millón de hombres, pertenecientes al Tercer Frente Bielorruso.

Después de perder su impulso inicial, el comandante Chernyakhovsky logró finalmente dirigirse hacia Konigsberg el 20 de enero, y en una semana logró sitiar la ciudad, pero cañones de asalto alemanes estratégicamente situados los hicieron retroceder.

El 21 de enero, el Comandante de la Ciudad, Otto Lasch Fraüen, declaró que los niños y los hombres que no pudieran defender la ciudad, no estaban autorizados a abandonarla.

Un día después, los refugiados se dirigieron apresuradamente a la Estación Central.

El último tren se dirigió a Berlín, cargado de civiles refugiados.

Un día después, los rusos cortaron las Líneas de Ferrocarriles con el Oeste.

Para los que se quedaron atrás, sólo había una vía de escape: a través del Mar Báltico hacia la Ciudad Portuaria de Pillau.


Esa vía de escape fue pronto cortada:

El 26 de enero de 1945, la ciudad de Königsberg, fue alcanzada por primera vez por Fuego de Artillería Soviética.

Tres días después, la Vieja Fortaleza Prusiana y la Ciudad, estaban rodeadas.

El Gauleiter Erich Koch partió en un rompehielos hacía Dinamarca.

En un telegrama, y a través de radio, seguía asegurando que se encontraba en la Ciudad de Königsberg.

Entonces, cesó sorprendentemente el ataque de los rusos.

Por lo visto, consideraban que los Efectivos Militares de la Ciudad eran mayores que en la realidad, y se prepararon a conciencia para la conquista.

En lugar de eso, los rusos rodearon al 4º Ejército en el Sur de la ciudad.

Al mismo tiempo, los habitantes intentaban volver a sus quehaceres.

En dos meses, retomaron su trabajo, visitaban los cines o acudían al servicio religioso.

Incluso hizo acto de aparición un nuevo periódico.

Las tropas alemanas en la ciudad, aprovecharon la aparente calma para ampliar las fortificaciones.

Aproximadamente 40.000 soldados tomaron posiciones.

Los desertores sirvieron de intimidación al ser ejecutados públicamente en la Estación del Norte.

Los soviéticos se recuperaron y, entre los días 29 y 30 de enero, reestablecieron el asedio.

La llegada de la 5° División Panzer y la 1° División de Infantería levantó el cerco de Königsberg, y los soviéticos tuvieron que retroceder con grandes pérdidas, incluyendo al Mariscal Chernyakhovsky, que murió el 18 de febrero.

Una tregua fue acordada, mientras los soviéticos se reorganizaban y el nuevo comandante del Tercer Frente Bielorruso el general Vasilievsky anexaba a sus fuerzas al Primer Frente Báltico.

Los alemanes aprovecharon para mejorar las defensas de la ciudad, así como para evacuar a todos los civiles posibles.

A inicios de marzo, la tregua finalizó y, entre el 14 y 24 de marzo, los soviéticos atacaron al Cuarto Ejército Alemán, que se encontraba en Heiligenbeil.

Al concluir la batalla, el Cuarto Ejército había desaparecido.

Sus supervivientes, habían huido a través del Lago Haff, y, sin descansar, las tropas soviéticas avanzaron de nuevo contra Königsberg.

Con un gran esfuerzo, se consiguió abrir una brecha en el Férreo Cerco Ruso.

Por un estrecho corredor, y a través del río Pregel, huían muchos de los cercados hacia Pillau, siempre en peligro bajo fuego de artillería y bombardeo.

En la ciudad portuaria de Pillau, reinaba el caos.

Soldados heridos y civiles, intentaban, bajo fuego continuo, hacerse con alguna de las pocas plazas en los barcos que huían.

Familias enteras se mezclaban unas con otras.

Los hombres sanos eran forzados a realizar trabajos de seguridad.

El que se negaba, era ejecutado.

Desesperados, muchos intentaban a través de un peligroso camino volver de nuevo a Königsberg.

Así, el Undécimo Ejército de Guardias Soviéticos lideró el ataque contra Köinsberg y, para el 6 de abril de 1945, habían penetrado hasta las afueras de la ciudad.

El comandante de la ciudad, Otto Lasch, observó impotente como el fuego de la artillería rusa deshacía las fortificaciones medievales en las que en parte se apoyaba la defensa, y peor aún, los continuos bombardeos causaban grandes bajas y desmoralizaban a los soldados alemanes, que se sentían olvidados por el Alto Mando Alemán.

Dos días después, el cerco había sido cerrado y la esperanza de la llegada de refuerzos se desvaneció.

Durante la lucha, la actuación del Grupo Operativo Ziemland sobresalió en su intento de liberar a la ciudad.

Sin embargo, su esfuerzo no consiguió cambiar la suerte de Königsberg.

Finalmente, con el deseo de evitar muertes inútiles, el General Otto Lasch, desde su Búnker, rindió la ciudad el 10 de abril.

Las condiciones de rendición garantizaban la vida, atención médica, comida, trato digno a los soldados y civiles prisioneros, así como la seguridad de permitir el regreso de los prisioneros a sus hogares al finalizar la guerra.

Luego de entrevistar a los cuatro generales alemanes capturados, el General Vasilievski describiría alarmado el terrible estado de depresión de Otto Lasch.






CONSECUENCIAS



Al enterarse Adolf Hitler de la rendición prematura de Königsberg, dictó la orden de ejecución de Otto Lasch.

Obviamente, dicha orden nunca se llevó a cabo, logrando Lasch sobrevivir a la guerra.

Sin embargo, los familiares del general fueron arrestados por las autoridades nazis.

Después de conquistar Danzig y Königsberg, el Segundo Frente Bielorruso pudo avanzar al mismo ritmo del Primer Frente directamente a Berlín.

La ciudad de Königsberg fue integrada a la Unión Soviética, y su nombre fue cambiado a Kaliningrado.

Más de dos millones de alemanes fueron expulsados y la zona fue repoblada por rusos.

En la batalla, 42.000 alemanes murieron y 92.000 fueron hechos prisioneros de guerra por los soviéticos. Además, la Luftwaffe perdió un total de 120 aviones.









Tanque ruso en Kaliningrado, en conmemoración a la Batalla de Könisberg



Sucesos



HUNDIMIENTO DEL "MS GOYA"



El 16 de abril de 1945, el barco hospital alemán Goya, fabricado en 1940 en Oslo, zarpó de Danzig hacia Alemania, saturado de refugiados alemanes, aunque miembros del 35º Regimiento de Tanques también se encontraban a bordo.

Cuando la nave cruzó la Península de Hela, a la salida de la bahía de Danzig, fue avistado por un pequeño barco soviético a las 23:00.

Casi una hora después, el submarino soviético L-3, al mando del capitán Vladimir Konowalow, lo localizó y ordenó disparar dos torpedos contra él, que se hundió en sólo siete minutos, evitando que los botes salvavidas, de por sí insuficientes, fueran lanzados.

El Goya se hundió 78 metros en las heladas aguas del mar Báltico, llevándose a por lo menos 6.000 personas, ya que al superarse la cifra de 6.100 pasajeros se dejó de llevar lista de a bordo.

Sólo 165 personas sobrevivieron.

58 años después de la catástrofe del Goya, sus restos fueron descubiertos el 16 de abril de 2003 por una expedición internacional al mando de Ulrich Restemeyer, con la ayuda de un sonar de imágenes tridimensionales.

Los restos se encontraban en buen estado.

Por hundir el Goya, el Capitán soviético Konovalov recibió el título de Héroe de la Unión Soviética.























Mapa que muestra el área en el que el Goya se hundió







HUNDIMIENTO DEL WILHELM GUSTLOFF



El hundimiento del trasatlántico Wilhelm Gustloff de la Alemania nazi fue producido por la Armada Soviética mediante torpedos, que fueron disparados contra la embarcación el 31 de enero de 1945.

A bordo del buque se encontraban más de 10.000 personas.

En su mayoría mujeres y niños, aunque también había heridos, todos ellos refugiados que huían del Ejército Rojo.

Sin embargo, también se hallaban a bordo aproximadamente 1.000 cadetes de la la marina, que habían acabado su adiestramiento para combatir en los submarinos alemanes y debían ser incorporados al servicio lo antes posible.

El Wilhelm Gustloff era un moderno trasatlántico destinado a la población trabajadora de la Alemania nazi hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la contienda, fue utilizado como buque hospital hasta 1940, y después como buque escuela para la 2ª U-Boot Lehrdivisión, dedicada al adiestramiento de cadetes para los submarinos.

Su nombre conmemoraba a un dirigente alemán del Partido Nazi Suizo, asesinado por un estudiante judío en 1936.

En 1945, ante el avance ruso por la Prusia Oriental y la desesperación de las autoridades alemanas de que el puerto de Gotenhafen (hoy Gdynia) fuera a caer prontamente en manos del Ejército Rojo, se embarcó y se decidió trasladar a los cadetes, y de paso evacuar al mayor número de refugiados posible.

Se embarcaron más de 10.000 personas, entre población refugiada y soldados.

En ese momento, el barco era un blanco fácil, puesto que estaba sobrecargado de pasajeros, su velocidad era baja, y el mar era constantemente vigilado por los rusos.

El barco zarpó en la tarde del 30 de enero de 1945 hacia Dinamarca.

La tragedia se desató, pocos minutos después de las 23:00, cuando el barco fue alcanzado por un torpedo lanzado por el submarino soviético S-13, que esa noche vigilaba las aguas del Mar Báltico.

Otros dos torpedos aceleraron la tragedia.


El barco se hundió en tan solo 55 minutos, en medio del pánico generalizado.

En aquel momento, la temperatura del agua rondaba los 2º C, y la temperatura exterior era de -18º C.

En los torpedos que impactaron se habría escrito «Por la madre Rusia», «Por Leningrado» y «Por el pueblo soviético».

Los destructores alemanes T-36 y Löwelograron lograron rescatar de las gélidas aguas a 1.252 supervivientes, muchos de los cuales morirían de frío poco después.

Se calcula que murieron entre 8.800 y 9.300 personas, la mayoría refugiados, entre ellos muchos niños.

Alexander Marinesko, comandante del S-13, como resultado de estas acciones, fue propuesto como Héroe de la Unión Soviética.

Pero, paradójicamente se le denegó porque el Alto Mando Soviético tenia dudas sobre si verdaderamente fue Marinesko el que hundió el buque, ya que se decía que había sido bombardeado por la Luftwaffe.

Finalmente, se le otorgó a título póstumo.

Debido a que Alemania perdió la guerra y a que a los Aliados no les interesaba dar publicidad a esta atrocidad, es una tragedia poco conocida a pesar de ser el hundimiento más mortífero de la historia, superando en cinco veces el número de fallecidos a bordo del mítico tansatlántico británico "Titanic".

Hoy en día, el Gustloff reposa en tres secciones, en relativamente buen estado de conservación, a 42 metros de profundidad.

Uno de los documentos más detallados que existen sobre este hecho es la novela "A paso de cangrejo", del Premio Nobel de Literatura Günter Grass.













Maqueta del Gustloff











EVACUACIÓN DE PRUSIA ORIENTAL



La evacuación del Prusia Oriental fue un episodio de la Segunda Guerra Mundial que tuvo por resultado el desplazamiento de la población de origen alemán que habitaba el este y otras regiones de Prusia hacia las fronteras alemanas de la posguerra en 1944 y 1945.

Se ha afirmado que se trató de un caso de limpieza étnica o de genocidio.

También se ha utilizado el término «holocausto prusiano» para referirse a estos eventos.

La evacuación se inició bajo dominio de las fuerzas nazis por la amenaza de invasión soviética.

Fue completada siguiendo los acuerdos de la Conferencia de Potsdam sobre la expulsión de alemanes al finalizar la Segunda Guerra Mundial de los territorios vecinos a la Alemania de la posguerra.

El Ejército Rojo inició la ofensiva en Prusia Oriental en octubre de 1944, pero luego de dos semanas se decidió retroceder temporalmente.

Tras esto, el Ministerio Nazi de Propaganda informó que las fuerzas soviéticas habían cometido crímenes de guerra en pueblos de Prusia, particularmente en Nemmersdorf (actualmente Mayakovskoye, Kaliningrado) y Goldap.

Según el lado alemán, todos los habitantes de esos dos pueblos fueron asesinados.

El Ministerio Nazi de Propaganda dio amplia difusión a su versión con el objetivo de motivar a los soldados alemanes en sus esfuerzos por detener al Ejército Rojo.








Soldados alemanes prisioneros llendo hacia Torun




Sin embargo, el principal resultado fue una ola de pánico entre los civiles de origen alemán.

Para escapar de la fuerzas soviéticas, los refugiados de origen alemán se encontraron atascados el las vías a través de la nieve a temperaturas inferiores a -25° C, mientras los aviones soviéticos los atacaban.

Se ha estimado que cerca de dos millones de habitantes de las provincias al este de Alemania (Prusia Oriental, Prusia Occidental y Pomerania) murieron, muchos de ellos de hambre, mientras que otros a manos de las fuerzas soviéticas.

Desde los tiempos de la Rusia Imperial, la palabra «Prusia» ha sido asociada con militarismo.

En la Unión Soviética, se decía que la causa de la Primera Guerra Mundial fue el militarismo prusiano, al que también se citaba como causa de la Segunda Guerra Mundial en la propaganda oficial soviética.

Las fuerzas soviéticas en todos los niveles llegaron a las fronteras de Prusia con sed de venganza por la inmensa pérdida de vidas (cerca de 17 millones de personas, el mayor número de víctimas por país durante la Segunda Guerra Mundial) ocurrida durante la invasión nazi a la Unión Soviética.

Se han documentado casos para los tribunales soviéticos en los que soldados dispararon a prisioneros de guerra desarmados y a civiles alemanes.

Este sentimiento se profundizó con la liberación al entrar en Prusia de gran cantidad de prisioneros capturados en el Este y explotados como esclavos.

En la cultura alemana, el nombre de la localidad de Nemmersdorf quedó asociado con crímenes de guerra cometidos por el Ejército Rojo en Alemania, mientras que la Unión Soviética lo califica de ejemplo de propaganda y manipulación de masas de población con el propósito de igualar los crímenes de guerra Nazis con los soviéticos.




Finalización


La Campaña de Prusia Oriental finalizó con la Batalla de Danzig.











domingo, 8 de junio de 2008

Campaña de Berlín


ANTECEDENTES





Hasta el inicio de 1945, el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde Agosto de 1944, tras las consecuencias de la Operación Bagration.

Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría.

De esta manera, el llano polaco fue abierto al Ejército Rojo.

Los comandant-es soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945.

Durante 3 días, con un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew y desde Varsovia.

Después de cuatro días de lucha, el Ejército Rojo logró vencer la resistencia alemana y comenzó a moverse hacia el oeste, recorriendo hasta 40 kilómetros por día, tomando los estados bálticos, Danzig o Gdańsk, Prusia del Este, Poznań, trazando un nuevo frente a sólo sesenta kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Oder.

Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo del Ejército Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permitió al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Oder.

Mientras tanto, en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallaron y, finalmente, la ciudad cayó ante los rusos el 13 de febrero.

A pesar de que la derrota era inevitable, Hitler seguía ordenando contraata-ques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables.

Una ofensiva para capturar el Danubio fue llevada a cabo el 16 de marzo, sin cumplir su objetivo.

El 30 de marzo, los soviéticos entraron a Austria y el 13 de abril, tomaron Viena.















A pesar de que la producción militar alemana había caído a niveles desesperantes, y las reservas de combustible eran más que insuficientes, las tropas alemanas peleaban con mayor fiereza que nunca y por diversas razones:

- El fanatismo nacionalista y anti-comunista.

- La humillación que suponía una rendición incondicional y los millones de refugiados que iban a ser capturados por los rusos.


Estas eran las principales razones que tenía el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo.

De esta manera, la ofensiva hacia Berlín resultaba más lenta de lo que a Stalin le gustaba.

Además, la negativa de Hitler a abandonar la capital del Reich obligaba a los generales alemanes a defenderla a toda costa, ya que habían hecho un juramento de lealtad al Führer, el cual también había ordenado no evacuar la ciudad.

Stalin, por su parte, hacía creer a Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín era una distracción para una real ofensiva sobre Dresde y le decía que la última guarida de los nazis estaba en Baviera, cuna del nacional-socialismo alemán, y en el Alpenfestung (fortaleza alpina), en vez de en Berlín, pero al mismo tiempo urgía a los generales Zhúkov y Koniev a capturar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi en la capital.

Durante un tiempo los americanos planearon enviar paracaidistas sobre Berlín para capturarla, pero Eisenhower no tenía deseos de capturar la ciudad antes que los rusos y, asegurando que las bajas serían elevadas, abandonó el plan, ya que para los americanos era mucho más importante en ese momento la Guerra en el Pacífico contra Japón.







Batalla de las Colinas de Seelow





El 9 de abril de 1945, la ciudad prusiana de Königsberg se rindió al Segundo Frente Bielorruso al mando del General Konstantin Rokossovsky.

Inmediatamente después, Rokossovsky y sus tropas avanzaron al frente del Oder.

La orden de Stalin a sus generales había sido la de avanzar velozmente por un amplio frente, sin dejar espacios en la orilla derecha el río Rhin que los aliados occidentales pudieran ocupar primero.




















Debido a dicha orden, se realizó el despliegue de los Frentes de la siguiente manera:


- El Segundo Frente Bielorruso, al mando de Rokossovsky, avanzó por el norte, cubriendo el territorio desde el mar hasta Seelow.

- El Primer Frente Bielorruso, al mando de Zhúkov, avanzó por el área frente a Seelow, ya que a él se le había concedido el privilegio de llegar a Berlín primero.

- El Primer Frente Ucraniano de Koniev avanzaba al sur.


El Ejército Polaco aportaba unos 79.000 hombres a los Frentes soviéticos, que sumaban 2,5 millones de hombres en total.

La ofensiva también incluía 6.250 tanques, 7.500 aviones, 41.600 piezas de artillería y morteros, 3.255 cohetes Katyusha y casi 100.000 vehículos, la mayoría prestados por los Estados Unidos.










Sumándose a esto, los rusos desplegaron unos 143 reflectores de luz que debían cegar a los defensores, así como iluminar el camino a Berlín.

El 20 de marzo, Hitler designó al General Gotthard Heinrici como reemplazo de un inoperante Himmler en el mando del Grupo de Ejército Vístula.

Heinrici, que era un hábil estratega, adivinó las intenciones de Zhúkov y preparó tres cinturones defensivos cerca de Seelow, protegiendo una autopista que llevaba directamente a la capital de Reich.

Debilitando el frente del Oder en otros puntos, trasladó soldados a Seelow y ordenó inundar la planicie que se extendía entre la población y el río Oder.





Dándose cuenta de lo inútil que sería intentar defender esta planicie, movió a todos sus hombres a la colina detrás de ésta y dejó a un puñado para disimular la retirada.

La localidad de Seelow era defendida por jóvenes soldados de la 9ª División de Paracaidistas, cedidos por Hermann Goering a Heinrici; estos inexpertos soldados sólo tenían dos semanas de entrenamiento en la Infantería y eran dirigidos por expertos pilotos, que no tenían ningún conocimiento de las tácticas de combate terrestre.

Zhúkov pensaba que las colinas no iban a ser gran problema para su ejército, y por eso, a las dos de la mañana del 16 de abril, 22.000 cañones rusos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente, concentrándose la mayor intensidad frente a Seelow, barriendo cada palmo de terreno en la planicie entre la localidad y el Oder, esperando con esto que los alemanes supervivientes se rindieran.

Para aquel momento, Heinrici había retirado el grueso de sus tropas y las bajas fueron pocas.

A la luz del alba, los tanques rusos, acompañados de infantería, empezaron a cruzar la pantanosa planicie y a acercarse a la colina, pero los cañones anti-aéreos colocados en la cima de la misma empezaron a diezmar a los tanques rusos y los alemanes empezaron a despedazar a la infantería rusa que se batió en lenta retirada debido al lodo.





Por si fuera poco, la espesa niebla que cubría el terreno atenuaba la luz de los reflectores rusos y servía para delatar las formaciones del Primer Frente Bielorruso, más no era suficiente para cegar a los alemanes, como se había planeado...

Mientras tanto, en el sur, el Primer Frente Ucraniano de Koniev iba avanzando de acuerdo al plan, empujando hacia atrás al IV Ejército Panzer del Grupo de Ejército Centro al mando del General Ferdinand Schörner, dicha acción estaba afectando peligrosamente tanto a Heinrici como a Schorner, ya que sus Grupos de Ejército se arriesgaban a ser envueltos.

Stalin, molesto por los contratiempos en Seelow, dio permiso a Koniev para liberar Berlín, presionando a Zhúkov, que envió sus reservas a combatir, logrando avanzar solamente seis kilómetros.

Sin embargo, Zhúkov siguió presionando, sufriendo enormes pérdidas, y en la noche del 18 de abril, sus tropas finalmente llegaron al último cinturón defensivo que Heinrici había levantado.

Para el anochecer del 19 de abril el Frente Oriental había dejado de existir y los restos del 9º Ejército y el IV Cuerpo Panzer corrían el riesgo de ser rodeados por el I Frente Ucraniano que avanzaba desde el sur y el I Frente Bielorruso desde el este.

Éste último se encontraba a menos de sesenta kilómetros de Berlín y ninguna fuerza importante se les oponía.

Sin embargo, para lograr esto, las bajas fueron elevadas, en lo que iba el mes de abril, los rusos habían perdido 2.807 tanques.











La batalla de las Colinas de Seelow el último éxito estratégico del Ejercito Alemán en el Frente Oriental y permitió salvar, gracias a la pericia e inteligencia de Heinrici, a miles de soldados para su utilización en la defensa de Berlin, alargando el final de la guerra.

Las bajas alemanas fueron de 11.000 muertos y heridos, mientras que las soviéticas fueron de 30.000 muertos y desaparecidos.





































Sitio y Batalla de Berlín





El 20 de abril de 1945, Hitler cumplió 56 años, y la artillería rusa alcanzó a Berlín, ocasionando grandes destrozos, que superaron a los causados por los bombardeos aliados.

El I Frente Bielorruso de Zhúkov empezó a rodear la capital alemana por el noreste y el este.

En el sur, el I Frente Ucraniano de Koniev quebraba el flanco norte del Grupo de Ejército Centro de Schörner.

Al mismo tiempo, el III Cuerpo Panzer era atacado por el II Frente Bielorruso de Rokossovsky, que se abría paso entre Stettin y Schwedt.

Cuando Hitler se enteró de que ciertos elementos del 9º Ejército habían tenido éxito defendiendo Cotthus o Cottbus, ordenó que dicho ejército, después de derrotar a las columnas soviéticas que se encontraban al norte, regresara al sur y, junto con el IV Cuerpo Panzer, que se encontraba más al sur, envolvieran al I Frente Ucraniano y lo destruyera.

Después de lograr esta proeza militar, Hitler deseaba que las tropas se dirigieran al norte para formar la tenaza inferior que envolvería al I Frente Bielorruso, mientras que el IV Cuerpo SS Panzer comandado por Felix Steiner sería la tenaza superior.

Hitler, completamente ajeno a la realidad, deseaba que Steiner, con 10.000 hombres y unos pocos tanques acabara con una fuerza acorazada diez veces más poderosa.

Cuando Heinrici se enteró de esta orden imposible de cumplir, le hizo ver a Hitler que el 9º Ejército, lejos de envolver a los rusos, iba a ser envuelto por ellos, además pidió permiso para retirar este ejército al oeste, de lo contrario, pediría su remoción del mando.


El 22 de abril de 1945, Hitler se enteró de que Steiner no había podido avanzar como se había planeado y sufrió un colapso.

Después de culpar a los generales de cobardes y traidores, Hitler aceptó finalmente que la guerra se había perdido.

Además, anunció que se iba a quedar en Berlín hasta el final, y que moriría allí.

El General Alfred Jodl sugirió que el 12º Ejército de Walther Wenck podría abandonar el Frente Occidental y dirigirse a Berlín para unirse al 9º Ejército al mando de Theodor Busse.

Hitler, más calmado, aceptó la idea y envió las órdenes a Whenck y a Heinrici.

Cuando Busse recibió la orden de dirigirse al oeste para encontrarse con Whenck y luego regresar a Berlín, se dio cuenta que el regreso llevaría a un inútil derramamiento de sangre y decidió escapar al oeste para rendirse a los norteamericanos, Whenck estuvo de acuerdo y, después de sufrir numerosas bajas pasando de Halbe, Whenck y Busse se dirigieron al Elba, donde los aliados occidentales los capturaron

(Ver "Batalla de Halbe", más abajo).

Mientras tanto, en Berlín, los tanques rusos ya estaba llegando al anillo defensivo de la ciudad, mientras que en el norte, el II Frente Bielorruso había avanzado 15 kilómetros más allá del Oder y tenía ocupado al III Cuerpo Panzer.

Cottbus se había perdido y, para el 23 de abril de 1945, el 9º Ejército había quedado separado de la ciudad, y parte del I Frente Ucraniano había partido al oeste a encontrarse con el 12º Ejército de Whenck.

Para el 24 de abril de 1945, Berlín quedo sitiada.

Hitler encargó al General Helmuth Weidling la defensa de la ciudad.

Al día siguiente, el II Frente Bielorruso finalmente cruzó la línea de defensa del III Cuerpo Panzer, y los rusos y los norteamericanos hicieron el primer contacto cerca de Torgau en el río Elba.

Las fuerzas disponibles para la defensa de Berlín, ahora que Busse había escapado al oeste con el 9º Ejército, eran varias divisiones de la Waffen-SS, restos de varias unidades de la Wehrmacht, jóvenes sin mayor experiencia de las Juventudes Hitlerianas, ancianos reclutados en el Volkssturm, policías, y veteranos de la Primera Guerra Mundial.

A pesar de las superioridad numérica del Ejército Rojo Soviético, la lucha en la ciudad fue muy feroz, y se tuvo que pelear casa por casa hasta llegar al Reichstag.








Para la defensa de Berlín, se dispusieron las pocas tropas disponibles de la siguiente manera:


- En el oeste, la XX División de Infantería.

- En el norte, la IX División de Paracaidistas.

- En el noreste, la División Panzer Müncheberg.

- En el sureste, la División Nordland de las SS.

- En el este del aeropuerto Tempelhof, mientras que la XVIII División de Panzergrenadiers estaba como reserva en el distrito central.



El resultado de la batalla ya estaba sellado, pero el fanatismo germano impedía la rendición, de esta manera, la ciudad sufrió graves daños mientras que el Ejército Rojo avanzaba desde el sureste por la avenida Frankfurter, desde el sur por la avenida Sonnen, desde el sur por la Plaza Potsdamer, y desde el norte, acercándose peligrosamente al Reichstag, y por ende acercándose al búnker de la Cancillería, donde estaba Hitler.

Los lugares de lucha más intensa fueron:


· El Reichstag.

· El puente Moltke.

· La Alexanderplatz.

· Los Puentes en Spandau, donde se libró una fuerte batalla por su captura.


Los combatientes extranjeros en las SS peleaban con mayor fiereza, ya que sabían que en sus países serían juzgados como traidores y ejecutados.

El 28 de abril de 1945, Heinrici se negó a obedecer la orden de Hitler de retener Berlín sin importar las bajas e inmediatamente fue relevado del mando y reemplazado por el General Kurt Student.
El 30 de abril, los soviéticos llegaron al centro de Berlín, y Adolf Hitler se casó con Eva Braun, su mujer por un día.

Luego ambos se suicidaron.












Finalmente, el General Weidling rindió Berlín el 2 de mayo de 1945.




CONSECUENCIAS



Los tanques perdidos por los soviéticos superaron todos los cálculos realizados, debido a la eficaz utilización del Panzerfaust, que no fue suficiente para detener el avance blindado sobre la capital, en el que se perdieron 1.997 vehículos soviéticos.

En la Batalla de Berlín, los soviéticos perdieron unos 917 aviones de guerra.

La tenaz resistencia alemana fue quebrada al acabarse las municiones y las tropas.
Los soviéticos reportaron unos 81.116 muertos y desaparecidos (25.000 muertos más 56116 desaparecidos o prisioneros) y 280.251 heridos y enfermos.

Por su parte, los alemanes perdieron alrededor de 150.000 y 173.000 hombres (entre muertos y heridos). Además, 134.000 soldados fueron hechos prisioneros de guerra y 152.000 civiles berlineses murieron en la Batalla.
Las últimas voluntades de Hitler, ordenaban que el Gran Almirante Karl Dönitz se convirtiera en Presidente del Reich, mientras que Joseph Goebbels sería el nuevo Canciller de Alemania, sin embargo el suicido de éste último, junto con toda su familia, dejó a Dönitz con la responsabilidad de la guerra.




Batalla de Halbe




La Batalla de Halbe ocurrió en los últimos días de abril de 1945, cerca del Bosque de Spreewald, cerca del río Spree, específicamente en la aldea Halbe, a unos 100 km al sureste de Berlín.

Habiendo sido cercados por el Ejército Rojo, el General Theodor Busse intentaba desesperadamente reunir al IX Ejército con el XII Ejército, bajo el mando del General Walther Wenck, para juntos entregarse a las fuerzas angloamericanas.

Además de ser continuamente atacados por los soviéticos, el IX Ejército iba acompañado por caravanas de refugiados, que hacían más difícil la huida.

Para el 21 de abril de 1945, el Ejército Rojo Soviético estaba cerrando el cerco sobre Berlín gracias a dos grandes Ejércitos de Choque se movían como tenazas, un grupo avanzaba por el noreste y el otro por el suroeste.

El IX Ejército Alemán comandado por el General Theodor Busse iba a encontrarse directamente con el grupo que venía acercándose desde el suroeste.

Este grupo era el Primer Frente Ucraniano, bajo el mando del General Ivan Koniev, el cual tenía órdenes directas de Stalin de llegar a Berlín lo más pronto posible, y personalmente Koniev quería llegar a la capital alemana antes que el grupo del norte bajo el mando del General ruso Georgy Zhúkov.

Por esta razón, Koniev no se enfrentó directamente al IX Ejército, sino que lo esquivó por el sur, pasando detrás de ellos.

El 22 de abril, Hitler aceptó finalmente que la guerra estaba perdida al fallar una ofensiva que había ordenado.

Para calmarlo, el General Alfred Jodl sugirió que el IX Ejército de Busse podría abandonar el Frente Oriental y reunirse con el XII Ejército bajo el mando de Walther Wenck, en el Frente Occidental y juntos regresarían a Berlín y repelerían a los rusos, como ya se ha dicho.

Obviamente, las probabilidades de éxito eran mínimas, ya que en ese momento el IX Ejército se encontraba rodeado completamente y, junto a ellos se encontraban los restos de varios cuerpos, incluyendo los Defensores de Fráncfort, sumando un total de 80.000 soldados.

Cuando Busse recibió las órdenes, comprendió que el sólo hecho de encontrarse con el XII Ejército de Wenck sería una hazaña.

El General Busse llamó a Wenck inmediatamente y le dijo que iba a encontrarse con él, tal como Hitler le había ordenado, pero que no regresaría a Berlín, sino que cruzaría el Elba y se entregarían a los Aliados.

Wenck aceptó y, el 24 de abril de 1945, envió parte de sus hombres a Potsdam para intentar sacar a los refugiados de Berlín, mientras que a otra parte la envío al este, a intentar acercarse a Busse que, según sus propias palabras, "iba a a abrirse paso como una oruga".

El IX Ejército utilizó los 31 tanques que le quedaban para encabezar la caravana que iba a abrirse paso rápidamente, intentando no dar tiempo a los soviéticos de detenerlos.

Cuando el comandante del Primer Frente Bielorruso Georgy Zhúkov se percató de la posible vía de escape de las fuerzas atrapadas en el cerco, inmediatamente envío tropas al Bosque de Spreewald a reforzar el cerco.

Koniev deseaba la gloria de capturar al IX Ejército para él, por lo que envió tropas a reforzar el cerco también.

En la mañana del 26 de abril, la caravana alemana logró llegar al llamado "punto débil" del cerco justo cuando los dos grupos soviéticos lo cerraban completamente.

Muchos alemanes lograron cruzar antes de que estallara la batalla, pero otros tuvieron que cruzar abriéndose paso bajo fuerte artillería y ataques aéreos, y otros quedaron atrapados.

En este momento, Hitler se enteró que el verdadero plan de Busse no era regresar a Berlín, sino escapar al oeste, y furioso mandó a llamar al IX Ejército de vuelta, pero el general Busse ignoró esa orden.

Toda esa noche y el día siguiente los alemanes entablaron combates para romper el cerco soviético cerca de la aldea de Halbe, pero si bien lograron escapar algunos soldados, no hubo evacuación masiva.

El 28 de abril, los alemanes intentaron abrirse paso de nuevo por el Bosque de Spreewald, y si bien muchos escaparon, muchos también murieron en el intento.


La caravana alemana se encontraba en ese momento dispersada por todo el bosque, y los soviéticos empezaron a rodear a cada segmento y a destruirlo.


La situación en Halbe era de un caos total, todas las unidades se habían mezclado y tropas de la Wehrmacht y las SS se culpaban entre ellas del desastre actual.

Al mismo tiempo, los soldados más jóvenes desertaban en masa y se escondían en las casas de los civiles, algunos soldados intentaban sacarlos, pero eran asesinados por los desertores.

Eventualmente, casi 25.000 soldados pudieron romper el cerco y escapar, unos 30.000 soldados alemanes murieron y los restantes fueron capturados y enviados a campos de concentración.

Después de pasar días sin dormir y cruzar a nado ríos helados, Busse y sus hombres lograron encontrarse con el XII Ejército de Wenck.

Completamente agotados, algunos se desmayaron.

Sin embargo, la marcha estaba lejos de concluir, ya que inmediatamente tuvieron que reiniciar la huida porque los soviéticos les pisaban los talones, y no pudieron parar hasta que establecieron contacto con los norteamericanos.

Hoy en día, en el Cementerio de Halbe, hay enterrados cerca de 30.000 alemanes, y en un cementerio cercano al camino Mark-Zossen están las tumbas de unos 20.000 soldados soviéticos.

Sin embargo, cada año se encuentran las osamentas de numerosos soldados, por lo que se cree que la cifra de bajas es mucho mayor.

Se estima además que unos diez mil civiles murieron en la batalla.

Tal como lo supuso Busse, el hecho de haber escapado más de 25.000 soldados y miles de civiles al cerco soviético es una hazaña, y Busse y Wenck fueron recordados por muchos soldados como los generales que salvaron muchas vidas al desobedecer a Hitler, si bien hubieran podido salvar muchas más si lo hubieran hecho unos días antes.




BATALLA DE PRAGA



El General Soviético Ivan Koniev lideró el ataque con el Primer Frente Ucraniano, ayudado por el Segundo y Cuarto Frente Ucraniano a cargo de los generales Rodion Malinovsky y Andrei Yeremenko, respectivamente.

Cuerpos polacos, rumanos y checos también participaron, totalizando 2 millones de soldados atacantes.

Los alemanes sumaban unos 900 mil soldados, restos del Grupo de Ejército del Centro, comandados por Ferdinand Schörner, así como tropas austríacas lideradas por Lothar Rendulic.

A pesar de que Alemania se había rendido el 8 de mayo, este ejército alemán no obedeció la orden y se convirtió en un foco de resistencia en Praga, en aquel momento, los partisanos checos se encontraban luchando en la ciudad, por lo que una vez librada la Batalla de Berlín ya descrita, el ejército de Koniev marchó a someter a los alemanes y relevar a los partisanos.

El Ejército de Liberación Ruso comandado por Andrey Vlasov estaba formado por rusos anti-stalinistas pero, al enterarse de que los alemanes no pensaban retirarse, decidieron entregar la ciudad al Ejército Rojo, para salvarla.

Después de que los soldados de Vlasov y los partisanos iniciaran un levantamiento el 5 de mayo con un éxito moderado, los rusos iniciaron el asalto.

Como era de esperar, la resistencia fue inútil, y el 9 de mayo, los rusos entraron a Praga, y el 11 de mayo de 1945, el combate acabó.

Los partisanos fueron relevados y los soldados de Vlasov fueron posteriormente exiliados o ejecutados, a pesar de haber contribuido en la toma de la ciudad.

Erróneamente, se ha llamado "fanáticos" a los soldados alemanes que participaron en esta batalla, porque siguieron luchando a pesar de que el gobierno había rendido el país, sin embargo la verdad es que los alemanes pensaban resistir en Praga hasta la llegada de los norteamericanos.

El General Schörner había escuchado que la vanguardia americana había llegado a la frontera de Checoslovaquia, y que era cuestión de días que entraran a Praga, por lo que decidieron resistir a los rusos, dando la oportunidad a las tropas del General George Patton de liberar Praga primero.

Lo que Schörner no sabía era que el General en Jefe Eisenhower había dado la orden de no avanzar más allá del Elba, y dejar Checoslovaquia a los soviéticos.

Cuando los alemanes se dieron cuenta de que los norteamericanos no pensaban liberar Praga, se rindieron, siendo capturados casi 800.000 hombres del Grupo de Ejército del Centro.

Las bajas entre los bandos beligerantes fueron las siguientes:


· Alemanes: 50.000 soldados muertos y 850.000 prisioneros.

· Soviéticos: 11.997 soldados muertos o desaparecidos y 40.501 hombres heridos.

· Resistentes Checos: 1.694 hombres muertos y 1.600 heridos.

· Ejército Ruso de Liberación de Vaslov: 500 soldados muertos.





Escalofriante testimonio de las violaciones realizadas por el Ejército Rojo Soviético durante la Campaña de 1945





Gran vídeo del History Channel sobre la Batalla de Berlín





Otro vídeo sobre la Batalla de Berlín