martes, 5 de agosto de 2008

Campaña de Prusia Oriental




Batalla de Memel



ANTECEDENTES




Desde 1474, Memel había estado bajo control de Prusia directa o indirectamente.

Con la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, las naciones aliadas convirtieron a Memel y a sus alrededores en un protectorado internacional.

En 1922, tropas de Lituania expulsaron a las fuerzas internacionales, en su mayoría francesas, y anexionaron Memel a Lituania.

Con la llegada de Hitler al poder, el Ministro de Relaciones Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop presionó al débil gobierno lituano para que devolviera Memel.

El 23 de marzo de 1939, tropas alemanas ocuparon Memel, aunque las tropas lituanas ya habían sido evacuadas.

Con la operación Bagration, Alemania fue empujada de vuelta a sus fronteras, y Lituania contó con la posibilidad de volver a apoderarse de Memel.

Después de la operación Bagration, el Grupo de Ejércitos Norte de Alemania había quedado atrapado en Curlandia.

A inicios de octubre de 1944, un pequeño puente de tierra quedaba entre el Grupo de Ejércitos Centro y el del Norte, este puente estaba ubicado en Memel.

Sin embargo, las 20 divisiones del norte y las 5 divisiones del III Ejército Panzer al sur no pudieron oponerse al avance del III Frente Bielorruso, en parte porque estas 5 divisiones también debían defender el frente de 200 kilómetros que representaba la entrada a Prusia Oriental.
















Mapa que muestra la situación de Memel (dentro de la frontera Lituana)



CONFLICTO



El 12 de octubre, los alemanes, al mando de Erhard Raus, lograron detener el avance ruso en el Niemen, recibiendo unidades desde Riga y apoyo marítimo del acorazado "Prinz Eugen" y el acorazado de bolsillo "Lützow" (antes "Deutschland").

Finalmente, el 28 de octubre, los exhaustos soviéticos desistieron en seguir atacando Memel, ya que Prusia Oriental estaba abierta para ellos.

Aunque las tres divisiones, una Panzer, otra de Panzergranaderos y la otra de infantería, habían soportado el embate soviético, habían perdido el 60% de sus efectivos, lo que los colocaba en una situación crítica.

Como era claro que la resistencia alemana en Memel no soportaría otro ataque, se inició la evacuación civil y militar de la ciudad por mar.

El 28 de enero de 1945 a las 4:00 horas, el último soldado alemán abandonó la ciudad.

Cuatro horas después, los soldados soviéticos entraron a Memel.



CONSECUENCIAS


A Memel se le cambió el nombre a Klaipėda, y fue cedida a Lituania como compensación por la pérdida de territorios a favor de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

Lituania la conservó al separarse de la Unión Soviética en 1991.





Batalla de Königsberg




ANTECEDENTES



El 20 de enero de 1945, el mariscal Rokossovsky recibió la orden de desviar importantes recursos del Segundo Frente Bielorruso hacia el norte a Prusia Oriental.

Esta decisión del Alto Mando Soviético ha sido criticada por algunos historiadores, porque obligó al Mariscal Zhúkov a detener su avance a Berlín, ya que era Rokossovsky quien cubría su flanco derecho.

Estos historiadores aseguran que si Zhúkov no se hubiera detenido momentáneamente, Berlín hubiera sida conquistada a inicios de marzo, y la guerra en Europa hubiera acabado antes.

Además, se cree que las tropas alemanas atrapadas en Danzig y Königsberg se hubieran rendido sin necesidad de combatirlas.

Lo cierto es que, el 9 de febrero, el Segundo Frente Bielorruso entró en al frontera oeste de Prusia Oriental, alarmándose por las numerosas fortificaciones de hormigón que encontraron en su avance, prediciendo que la derrota alemana no sería rápida.

Muchos evacuados de Berlín y gente que se sentía amenazada por los bombardeos del Oeste huyeron hacia Prusia Oriental y se asentaron en Königsberg.

Mas, a finales del verano de 1944, la ciudad pasó a ser un escenario bélico:

Del 27 al 30 de agosto, la Royal Air Force, bombardeó la ciudad con cientos de aviones.

Más de 4.000 personas cayeron bajo el ataque, y el centro de la ciudad con sus históricos edificios, tales como su castillo o su catedral, fueron reducidos a cenizas hasta los cimientos.

Las Casernas Alemanas y otros Objetivos Militares apenas resultaron dañados por las bombas británicas.

Los habitantes de Königsberg ya no volvieron a sentirse nunca más seguros.

Sin embargo, los horrorizados civiles volvieron de nuevo a la rutina, en parte gracias a la Propaganda NacionalSocialista del Dr. Goebless, que aseguraba que ningún Soldado Soviético iba a cruzar la Frontera del Tercer Reich.


CONFLICTO



Mientras tanto, la frontera este de Prusia Oriental sufría embate tras embate desde el 13 de enero por parte de más de un millón de hombres, pertenecientes al Tercer Frente Bielorruso.

Después de perder su impulso inicial, el comandante Chernyakhovsky logró finalmente dirigirse hacia Konigsberg el 20 de enero, y en una semana logró sitiar la ciudad, pero cañones de asalto alemanes estratégicamente situados los hicieron retroceder.

El 21 de enero, el Comandante de la Ciudad, Otto Lasch Fraüen, declaró que los niños y los hombres que no pudieran defender la ciudad, no estaban autorizados a abandonarla.

Un día después, los refugiados se dirigieron apresuradamente a la Estación Central.

El último tren se dirigió a Berlín, cargado de civiles refugiados.

Un día después, los rusos cortaron las Líneas de Ferrocarriles con el Oeste.

Para los que se quedaron atrás, sólo había una vía de escape: a través del Mar Báltico hacia la Ciudad Portuaria de Pillau.


Esa vía de escape fue pronto cortada:

El 26 de enero de 1945, la ciudad de Königsberg, fue alcanzada por primera vez por Fuego de Artillería Soviética.

Tres días después, la Vieja Fortaleza Prusiana y la Ciudad, estaban rodeadas.

El Gauleiter Erich Koch partió en un rompehielos hacía Dinamarca.

En un telegrama, y a través de radio, seguía asegurando que se encontraba en la Ciudad de Königsberg.

Entonces, cesó sorprendentemente el ataque de los rusos.

Por lo visto, consideraban que los Efectivos Militares de la Ciudad eran mayores que en la realidad, y se prepararon a conciencia para la conquista.

En lugar de eso, los rusos rodearon al 4º Ejército en el Sur de la ciudad.

Al mismo tiempo, los habitantes intentaban volver a sus quehaceres.

En dos meses, retomaron su trabajo, visitaban los cines o acudían al servicio religioso.

Incluso hizo acto de aparición un nuevo periódico.

Las tropas alemanas en la ciudad, aprovecharon la aparente calma para ampliar las fortificaciones.

Aproximadamente 40.000 soldados tomaron posiciones.

Los desertores sirvieron de intimidación al ser ejecutados públicamente en la Estación del Norte.

Los soviéticos se recuperaron y, entre los días 29 y 30 de enero, reestablecieron el asedio.

La llegada de la 5° División Panzer y la 1° División de Infantería levantó el cerco de Königsberg, y los soviéticos tuvieron que retroceder con grandes pérdidas, incluyendo al Mariscal Chernyakhovsky, que murió el 18 de febrero.

Una tregua fue acordada, mientras los soviéticos se reorganizaban y el nuevo comandante del Tercer Frente Bielorruso el general Vasilievsky anexaba a sus fuerzas al Primer Frente Báltico.

Los alemanes aprovecharon para mejorar las defensas de la ciudad, así como para evacuar a todos los civiles posibles.

A inicios de marzo, la tregua finalizó y, entre el 14 y 24 de marzo, los soviéticos atacaron al Cuarto Ejército Alemán, que se encontraba en Heiligenbeil.

Al concluir la batalla, el Cuarto Ejército había desaparecido.

Sus supervivientes, habían huido a través del Lago Haff, y, sin descansar, las tropas soviéticas avanzaron de nuevo contra Königsberg.

Con un gran esfuerzo, se consiguió abrir una brecha en el Férreo Cerco Ruso.

Por un estrecho corredor, y a través del río Pregel, huían muchos de los cercados hacia Pillau, siempre en peligro bajo fuego de artillería y bombardeo.

En la ciudad portuaria de Pillau, reinaba el caos.

Soldados heridos y civiles, intentaban, bajo fuego continuo, hacerse con alguna de las pocas plazas en los barcos que huían.

Familias enteras se mezclaban unas con otras.

Los hombres sanos eran forzados a realizar trabajos de seguridad.

El que se negaba, era ejecutado.

Desesperados, muchos intentaban a través de un peligroso camino volver de nuevo a Königsberg.

Así, el Undécimo Ejército de Guardias Soviéticos lideró el ataque contra Köinsberg y, para el 6 de abril de 1945, habían penetrado hasta las afueras de la ciudad.

El comandante de la ciudad, Otto Lasch, observó impotente como el fuego de la artillería rusa deshacía las fortificaciones medievales en las que en parte se apoyaba la defensa, y peor aún, los continuos bombardeos causaban grandes bajas y desmoralizaban a los soldados alemanes, que se sentían olvidados por el Alto Mando Alemán.

Dos días después, el cerco había sido cerrado y la esperanza de la llegada de refuerzos se desvaneció.

Durante la lucha, la actuación del Grupo Operativo Ziemland sobresalió en su intento de liberar a la ciudad.

Sin embargo, su esfuerzo no consiguió cambiar la suerte de Königsberg.

Finalmente, con el deseo de evitar muertes inútiles, el General Otto Lasch, desde su Búnker, rindió la ciudad el 10 de abril.

Las condiciones de rendición garantizaban la vida, atención médica, comida, trato digno a los soldados y civiles prisioneros, así como la seguridad de permitir el regreso de los prisioneros a sus hogares al finalizar la guerra.

Luego de entrevistar a los cuatro generales alemanes capturados, el General Vasilievski describiría alarmado el terrible estado de depresión de Otto Lasch.






CONSECUENCIAS



Al enterarse Adolf Hitler de la rendición prematura de Königsberg, dictó la orden de ejecución de Otto Lasch.

Obviamente, dicha orden nunca se llevó a cabo, logrando Lasch sobrevivir a la guerra.

Sin embargo, los familiares del general fueron arrestados por las autoridades nazis.

Después de conquistar Danzig y Königsberg, el Segundo Frente Bielorruso pudo avanzar al mismo ritmo del Primer Frente directamente a Berlín.

La ciudad de Königsberg fue integrada a la Unión Soviética, y su nombre fue cambiado a Kaliningrado.

Más de dos millones de alemanes fueron expulsados y la zona fue repoblada por rusos.

En la batalla, 42.000 alemanes murieron y 92.000 fueron hechos prisioneros de guerra por los soviéticos. Además, la Luftwaffe perdió un total de 120 aviones.









Tanque ruso en Kaliningrado, en conmemoración a la Batalla de Könisberg



Sucesos



HUNDIMIENTO DEL "MS GOYA"



El 16 de abril de 1945, el barco hospital alemán Goya, fabricado en 1940 en Oslo, zarpó de Danzig hacia Alemania, saturado de refugiados alemanes, aunque miembros del 35º Regimiento de Tanques también se encontraban a bordo.

Cuando la nave cruzó la Península de Hela, a la salida de la bahía de Danzig, fue avistado por un pequeño barco soviético a las 23:00.

Casi una hora después, el submarino soviético L-3, al mando del capitán Vladimir Konowalow, lo localizó y ordenó disparar dos torpedos contra él, que se hundió en sólo siete minutos, evitando que los botes salvavidas, de por sí insuficientes, fueran lanzados.

El Goya se hundió 78 metros en las heladas aguas del mar Báltico, llevándose a por lo menos 6.000 personas, ya que al superarse la cifra de 6.100 pasajeros se dejó de llevar lista de a bordo.

Sólo 165 personas sobrevivieron.

58 años después de la catástrofe del Goya, sus restos fueron descubiertos el 16 de abril de 2003 por una expedición internacional al mando de Ulrich Restemeyer, con la ayuda de un sonar de imágenes tridimensionales.

Los restos se encontraban en buen estado.

Por hundir el Goya, el Capitán soviético Konovalov recibió el título de Héroe de la Unión Soviética.























Mapa que muestra el área en el que el Goya se hundió







HUNDIMIENTO DEL WILHELM GUSTLOFF



El hundimiento del trasatlántico Wilhelm Gustloff de la Alemania nazi fue producido por la Armada Soviética mediante torpedos, que fueron disparados contra la embarcación el 31 de enero de 1945.

A bordo del buque se encontraban más de 10.000 personas.

En su mayoría mujeres y niños, aunque también había heridos, todos ellos refugiados que huían del Ejército Rojo.

Sin embargo, también se hallaban a bordo aproximadamente 1.000 cadetes de la la marina, que habían acabado su adiestramiento para combatir en los submarinos alemanes y debían ser incorporados al servicio lo antes posible.

El Wilhelm Gustloff era un moderno trasatlántico destinado a la población trabajadora de la Alemania nazi hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la contienda, fue utilizado como buque hospital hasta 1940, y después como buque escuela para la 2ª U-Boot Lehrdivisión, dedicada al adiestramiento de cadetes para los submarinos.

Su nombre conmemoraba a un dirigente alemán del Partido Nazi Suizo, asesinado por un estudiante judío en 1936.

En 1945, ante el avance ruso por la Prusia Oriental y la desesperación de las autoridades alemanas de que el puerto de Gotenhafen (hoy Gdynia) fuera a caer prontamente en manos del Ejército Rojo, se embarcó y se decidió trasladar a los cadetes, y de paso evacuar al mayor número de refugiados posible.

Se embarcaron más de 10.000 personas, entre población refugiada y soldados.

En ese momento, el barco era un blanco fácil, puesto que estaba sobrecargado de pasajeros, su velocidad era baja, y el mar era constantemente vigilado por los rusos.

El barco zarpó en la tarde del 30 de enero de 1945 hacia Dinamarca.

La tragedia se desató, pocos minutos después de las 23:00, cuando el barco fue alcanzado por un torpedo lanzado por el submarino soviético S-13, que esa noche vigilaba las aguas del Mar Báltico.

Otros dos torpedos aceleraron la tragedia.


El barco se hundió en tan solo 55 minutos, en medio del pánico generalizado.

En aquel momento, la temperatura del agua rondaba los 2º C, y la temperatura exterior era de -18º C.

En los torpedos que impactaron se habría escrito «Por la madre Rusia», «Por Leningrado» y «Por el pueblo soviético».

Los destructores alemanes T-36 y Löwelograron lograron rescatar de las gélidas aguas a 1.252 supervivientes, muchos de los cuales morirían de frío poco después.

Se calcula que murieron entre 8.800 y 9.300 personas, la mayoría refugiados, entre ellos muchos niños.

Alexander Marinesko, comandante del S-13, como resultado de estas acciones, fue propuesto como Héroe de la Unión Soviética.

Pero, paradójicamente se le denegó porque el Alto Mando Soviético tenia dudas sobre si verdaderamente fue Marinesko el que hundió el buque, ya que se decía que había sido bombardeado por la Luftwaffe.

Finalmente, se le otorgó a título póstumo.

Debido a que Alemania perdió la guerra y a que a los Aliados no les interesaba dar publicidad a esta atrocidad, es una tragedia poco conocida a pesar de ser el hundimiento más mortífero de la historia, superando en cinco veces el número de fallecidos a bordo del mítico tansatlántico británico "Titanic".

Hoy en día, el Gustloff reposa en tres secciones, en relativamente buen estado de conservación, a 42 metros de profundidad.

Uno de los documentos más detallados que existen sobre este hecho es la novela "A paso de cangrejo", del Premio Nobel de Literatura Günter Grass.













Maqueta del Gustloff











EVACUACIÓN DE PRUSIA ORIENTAL



La evacuación del Prusia Oriental fue un episodio de la Segunda Guerra Mundial que tuvo por resultado el desplazamiento de la población de origen alemán que habitaba el este y otras regiones de Prusia hacia las fronteras alemanas de la posguerra en 1944 y 1945.

Se ha afirmado que se trató de un caso de limpieza étnica o de genocidio.

También se ha utilizado el término «holocausto prusiano» para referirse a estos eventos.

La evacuación se inició bajo dominio de las fuerzas nazis por la amenaza de invasión soviética.

Fue completada siguiendo los acuerdos de la Conferencia de Potsdam sobre la expulsión de alemanes al finalizar la Segunda Guerra Mundial de los territorios vecinos a la Alemania de la posguerra.

El Ejército Rojo inició la ofensiva en Prusia Oriental en octubre de 1944, pero luego de dos semanas se decidió retroceder temporalmente.

Tras esto, el Ministerio Nazi de Propaganda informó que las fuerzas soviéticas habían cometido crímenes de guerra en pueblos de Prusia, particularmente en Nemmersdorf (actualmente Mayakovskoye, Kaliningrado) y Goldap.

Según el lado alemán, todos los habitantes de esos dos pueblos fueron asesinados.

El Ministerio Nazi de Propaganda dio amplia difusión a su versión con el objetivo de motivar a los soldados alemanes en sus esfuerzos por detener al Ejército Rojo.








Soldados alemanes prisioneros llendo hacia Torun




Sin embargo, el principal resultado fue una ola de pánico entre los civiles de origen alemán.

Para escapar de la fuerzas soviéticas, los refugiados de origen alemán se encontraron atascados el las vías a través de la nieve a temperaturas inferiores a -25° C, mientras los aviones soviéticos los atacaban.

Se ha estimado que cerca de dos millones de habitantes de las provincias al este de Alemania (Prusia Oriental, Prusia Occidental y Pomerania) murieron, muchos de ellos de hambre, mientras que otros a manos de las fuerzas soviéticas.

Desde los tiempos de la Rusia Imperial, la palabra «Prusia» ha sido asociada con militarismo.

En la Unión Soviética, se decía que la causa de la Primera Guerra Mundial fue el militarismo prusiano, al que también se citaba como causa de la Segunda Guerra Mundial en la propaganda oficial soviética.

Las fuerzas soviéticas en todos los niveles llegaron a las fronteras de Prusia con sed de venganza por la inmensa pérdida de vidas (cerca de 17 millones de personas, el mayor número de víctimas por país durante la Segunda Guerra Mundial) ocurrida durante la invasión nazi a la Unión Soviética.

Se han documentado casos para los tribunales soviéticos en los que soldados dispararon a prisioneros de guerra desarmados y a civiles alemanes.

Este sentimiento se profundizó con la liberación al entrar en Prusia de gran cantidad de prisioneros capturados en el Este y explotados como esclavos.

En la cultura alemana, el nombre de la localidad de Nemmersdorf quedó asociado con crímenes de guerra cometidos por el Ejército Rojo en Alemania, mientras que la Unión Soviética lo califica de ejemplo de propaganda y manipulación de masas de población con el propósito de igualar los crímenes de guerra Nazis con los soviéticos.




Finalización


La Campaña de Prusia Oriental finalizó con la Batalla de Danzig.











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